A Illa adelantó doce horas el fin de 2011, y lo hizo con la única intención de reivindicar a la Consellería de Educación que rectifique y solvente las deficiencias de espacio y profesores que tiene el instituto de la ESO. En la plaza del Concello se reunieron cerca de 200 personas, entre padres, alumnos y profesorado que comieron las "uvas más reivindicativas y en defensa de la enseñanza pública".

Como maestro de ceremonias ejerció el escritor Anxo Angueira, que leyó un manifiesto cuestionando los recortes en la educación pública "mientras se mantienen las subvenciones a los centros concertados".

Cada campanada simulada, era acompañada de una uva por los presentes y de una frase lapidaria por parte de Angueira desde el balcón municipal. La del pasado sábado fue la última de una serie de movilizaciones que la comunidad escolar isleña viene manteniendo desde agosto.