La comunidad escolar de A Illa de Arousa va a continuar con las movilizaciones. Así lo decidió en su última asamblea, en la que los padres mostraron su "total disconformidad" con la decisión de Educación de aplazar la posible ampliación del centro hasta el año 2016. Una de las decisiones que se tomó en esta última asamblea es la de celebrar una gran fiesta de fin de año, que va a tener lugar a las 12,00 horas del día 31.

Los participantes comerán doce uvas, pero con un carácter muy reivindicativo en defensa de la mejora de la enseñanza en la educación pública, y concretamente, en el instituto isleño. Esta reivindicación no va a ser la única que se va a celebrar antes de que finalice el año. Los padres están dispuestos a celebrar algún tipo de acto todos los fines de semana aunque están todavía en estudio, entre los que se encontraría la suelta de globos reivindicativos.

El portavoz de los padres, Ramón Dios, apuntaba ayer que "lo que más nos molesta es que el informe que han esgrimido para negarse a la ampliación del centro se base única y exclusivamente en números, interpretados como les conviene, sobre todo después de que los parlamentarios de las tres fuerzas políticas hayan pasado por el centro y reconocido que su espacio es muy limitado". Insiste en que "a los padres nos duele que nuestros hijos estén recibiendo una educación inadecuada, no por la calidad de los profesores, que es excelente, sino por la situación de las infraestructuras".

La comunidad escolar de A Illa lleva soliviantada desde el pasado mes de agosto, cuando comenzaron a descubrir que el instituto iba a tener una serie de limitaciones para los alumnos. Los padres lograron reunirse con responsables de Educación planteando cuatro cuestiones que para ellos eran innegociables: dotación de un aula para programas de apoyo, ampliación del centro, desdoblamiento en una tercera clase de Segundo de la ESO y medio profesor más.

La primera se cumplió; la segunda, según el informe, no se llevará a cabo hasta dentro de un lustro; mientras que las otras dos han sido denegadas por la administración.

Tras eso comenzaron una serie de movilizaciones entre las que destacó la de unir a 2.000 personas en una cadena humana en el puente de A Illa.