El tripartito de O Grove, como todos los gobiernos que pasaron por O Corgo, lo tiene claro: "El istmo de O Bao (A Lanzada) es meco". De este modo se deja clara, por si no lo estaba, la postura del ejecutivo local que preside Miguel Pérez, quien ya en su etapa anterior como regidor tuvo que enfrentarse a aquellos que trataron de apoderarse de estos terrenos.

Ahora vuelve a surgir la polémica, y todo a causa de los pasados "errores" del Jurado Provincial de Montes, que a la postre es la razón fundamental de que sigan alimentándose cada cierto tiempo la postura y el convencimiento de aquellos que se empeñan en reclamar este terreno como propiedad de Noalla (Sanxenxo), o al menos como una parcela en la que tienen privilegios de uso.

Lo cierto es que en O Grove las cosas están claras desde hace mucho, e incluso podría decirse que desde hace décadas, cuando el pueblo ya impidió que el istmo fuera destruido por la especulación inmobiliaria a manos de aquella empresa mixta llamada Grovelan que se disolvió hace muy poco pero que aún sigue coleando. Una sociedad, cabe incidir, que aparece y desaparece casi como van y vienen las dudas sobre si el istmo es de O Grove o de Noalla.

Pero en la península meca no se discuten ni se cuestionan los lindes fronterizos con el municipio vecino, y casi "hermano". Como también es cierto que las orquestadas reclamaciones de titularidad que se repiten de vez en cuando empiezan a aburrir a la sociedad meca, donde también parece estar muy claro que es O Grove quién tiene las responsabilidades sobre el istmo.

Por si acaso, y dado que se abrió un nuevo proceso para, otra vez, aclarar los dominios de cada uno, tanto las comunidades de montes de San Vicente y San Martiño de O Grove, como el propio Concello, presentaron los correspondientes recursos y/o alegaciones en el Jurado Provincial de Montes.

Un tribunal, por cierto, cuya propia definición poco o nada tiene que ver con el istmo, donde lo que menos hay es monte –apenas media docena de pinos– y lo que prima son los intereses turísticos y naturales de un espacio que siempre gestionó O Grove y se adjudicó a este Concello.

Los argumentos manejados ahora por el Concello y los comuneros mecos son ya conocidos y coincidentes con los empleados en ocasiones anteriores, cuando ya se dejó patente que ese "monte de A Lanzada" es en realidad el istmo de O Bao, "y pertenece a O Grove", sentencia el tripartito.