Veintiséis perros partieron ayer a última hora de la mañana de la Asociación Protectora de Animais de Cambados en busca de un futuro mejor. El esfuerzo realizado por los voluntarios que cada día acuden a las instalaciones que el colectivo tiene en Corbillón, y la solidaridad de vecinos de distintos puntos de la comarca, de Galicia e, incluso, de España, han hecho posible que, al menos por una vez, veintiséis historias de abandono y lucha por la supervivencia tengan un final feliz.

Alrededor de las dos de la tarde de ayer miembros de la Protectora cambadesa se congregaron para despedirse de los perros que partieron hacia Holanda. Y aunque sin duda se trató de una jornada feliz, ya que los cánidos se marchan para ser atendidos por colectivos de defensa animal, que se encargarán de procurarles un nuevo y definitivo hogar, la emotividad y una cierta tristeza inundaron la marcha.

Las voluntarias más jóvenes de la Protectora cambadesa acudieron a la cita con pancartas confeccionadas por ellas mismas. Y aunque probablemente los mejores amigos del hombre no fueron capaces de apreciar el gesto, sí percibieron todo el cariño de los que hasta ahora han sido sus cuidadores, y que en algunos casos fueron incapaces de contener las lágrimas ante la inminente partida.

Si los alrededor de cien animales de los que se hace cargo la Protectora de Cambados deben su bienestar diario al altruismo de Olga Costa y de los demás miembros de la asociación, el viaje que ayer iniciaron deberán agradecérselo a tres vecinos de O Grove. Luís Barreiro, Fran Candal y Alberto Domínguez no dudaron en aportar su granito de arena para paliar la saturación que padece la asociación de ayuda animal, y ayer se pusieron al volante de tres furgonetas de transporte adaptado de la empresa MRW, de cuya oficina en O Grove se responsabiliza Barreiro, para conducir a los perros hacia un destino más feliz. Además de los veintiséis animales que han partido hacia Holanda por carretera, otros dos han sido enviados en avión a Alemania.

La iniciativa de estos tres grovenses ha insuflado ánimos nuevos en la Asociación Protectora de Cambados, cuyos miembros no podían ayer contener la alegría. Con este primer envío de animales ya concretado, el colectivo aspira ahora a poder mantener la vía de colaboración abierta con los países alemán y holandés, e intentará mandar a esos destinos una remesa de perros al mes. Para poder hacer frente a este gasto, que permitirá que muchos animales puedan gozar del bienestar y el cariño de un hogar, la asociación ha instalado huchas en distintos establecimientos comerciales de toda la comarca, en las que cualquier vecino puede dejar sus donativos. Además, disponen de una cuenta bancaria en la que es posible realizar ingresos, y cuya información está disponible en facebook, en Refugio Animales Cambados.