El vecino de Pontevedra Benildo Piñeiro Fontenla, de 71 años, perdió la vida ayer tras sufrir un accidente de tráfico en Valga. Su acompañante, la también pontevedresa María Teresa Janeiro Fernández, de 69 años, resultó herida grave.

Ambos viajaban en un Citroën BX de matrícula PO-2769-AP que al filo de las 12.45 horas se había detenido en la calzada a la altura del lugar de A Medela, en el punto kilométrico 89,900 de la N-550, debido a unas obras de reasfaltado del firme que estaban reguladas por semáforos móviles y obligaban a circular por un solo carril.

Cuando los vehículos estaban detenidos en el carril sentido Santiago-Vigo apareció por detrás una camioneta, de la marca Nissan Cabstar, usada para el reparto de embutidos.

Estaba conducida por Darío Pardiñas Canosa, un vecino de Camariñas de 22 años, que salió ileso y, al parecer, no se había percatado de que había coches detenidos en la calzada, por eso arrolló al citado turismo.

Según constató la Guardia Civil de Tráfico, como consecuencia del impacto el Citroën BX que conducía el pontevedrés fallecido alcanzó a otro turismo, un Honda Accord de placas 3068-FJC (de alquiler) pilotado por Óscar Río Iglesias, de 26 años y natural de Caldas, también ileso.

Después de que su coche fuera embestido por el camión y se empotrara contra el turismo que tenía delante, Benildo Piñeiro Fontenla quedó atrapado en un amasijo de hierros y perdió la vida.

Nada pudieron hacer los equipos de emergencias de Protección Civil de Valga, que lo excarcelaron, ni los facultativos de las ambulancias y del helicóptero desplazado al lugar, que finalmente trasladó al hospital de Santiago a la acompañante del fallecido. A las ocho de la tarde la mujer seguía en la unidad de urgencias del Hospital Clínico, en estado grave.

El cuerpo sin vida del conductor, que según indicaron los servicios de emergencias no tenía puesto el cinturón de seguridad, quedó tendido sobre la calzada a la espera de que se autorizara el levantamiento del cadáver. Esta circunstancia, la presencia del helicóptero y el grueso del rescate, provocaron importantes retenciones en la N-550 entre Padrón y Caldas.

La fatalidad ha querido que este suceso mortal se produjera, precisamente, a causa de unas obras diseñadas para acabar con las muertes. Hay que explicar que en la zona de A Medela se produjeron ya importantes sucesos anteriores. Sin ir más lejos, a finales de marzo un accidente se saldó con un muerto y seis heridos.

A raíz de aquello, el alcalde de la localidad, José María Bello Maneiro, explicó que ya se había dirigido al Ministerio de Fomento para exigir soluciones, y más concretamente para reclamar una corrección del trazado y la instalación de una nueva capa de asfalto.

"A la altura del kilómetro 88 empiezan a formarse importantes balsas de agua cuando llueve que pueden provocar estos sucesos", decía el regidor valgués.

Ayer, cuando se realizaban esas obras de mejora, se produjo una muerte más en A Medela, que desde hace tres años comparte con Campaña todo el protagonismo local, comarcal e incluso provincial en cuanto a accidentes de tráfico.