"Quiero hacer un inciso y dejar constancia de que este hombre me ha amenazado sino cambio lo que acabo de contar". La sesión de ayer tocaba ya a su fin cuando Rafael Bugallo Piñeiro, O Mulo, pedía la palabra al tribunal y realizaba esta acusación señalando directamente hacia otro de los procesados, Fernando B. V., a quien momentos antes acababa de implicar en este transporte de cocaína.

De esta forma tan inesperada se puso fin a la tercera jornada de un juicio que lleva camino de prolongarse más de lo previsto. En cualquier caso, las fuentes consultadas señalan que la denuncia formulada por O Mulo por las supuestas amenazas que recibió de este compañero de banquillo parece que no vaya a tener muchas consecuencias dado que nadie, en una sala abarrotada, escuchó tales amenazas salvo él y rebajan lo sucedido a una "anécdota".

El juicio continuará mañana con la declaración del resto de los acusados. Por el momento, de los cuatro que ya han sido interrogados tan solo dos, Rafael Bugallo Piñeiro y Luis Miguel F. V.,han reconocido los hechos. Esto les permitirá muy probablemente obtener una rebaja de la pena que se solicita contra ellos al aplicárseles el atenuante de confesión tardía. La Fiscalía también parece dispuesta a aplicar otro atenuante, el de dilaciones indebidas, debido al retraso de los tribunales a la hora de enjuiciar esta causa que data ya del año 2008. De hecho, uno de los acusados, Luis Miguel F. V. explicaba ayer al tribunal que, después de este error de juventud hace ya casi una década incluso había rehecho su vida, encontrado un trabajo lícito y formado una familia.