Además de las asociaciones vecinales del entorno de Campolongo y Salcedo, las más cercanas a la residencia de la ONCE, el Concello tiene previsto ceder las cuatro plantas altas a colectivos vinculados a la atención de personas con algún tipo de discapacidad. En principio se ha pensado en Xuntos, Amencer, Juan XXIII y Amizade.
Portavoces de Xuntos han confirmado su interés por desplazar todos sus servicios a este nuevo emplazamiento y la negociación con el Concello apunta a obtener una planta completa, que tendría que acondicionar la propia asociación. Se apuesta por un vaciado interior y la reparación de las deficiencias acumulados a lo largo de los años sin uso, una actuación que requiere un alto presupuesto, admiten estos portavoces. Aunque dan por hecho que el traslado finalmente fructificará, Xuntos aguarda a que se firme un documento de cesión que concrete la fórmula de uso de los locales, el mantenimiento y demás detalles.
Por su parte, desde la asociación Juan XXIII se recuerda que el uso de esas instalaciones es una vieja aspiración del colectivo e incluso se pensó en sus habitaciones como posible residencia para sus usuarios. En todo caso, la entidad ya tiene en marcha su propio proyecto de residencia, al lado de su sede de la calle Blanco Amor, pero mantiene su intención de disponer de una planta en el inmueble de la ONCE. Su situación es similar a la de Xuntos, a la espera de negociar con el gobierno local la fórmula concreta de cesión.
Cada una de las plantas entregadas a estos colectivos será independiente de las demás, pero antes habría que resolver aspectos como la accesibilidad y, sobre todo, el acondicionamiento interior, muy deficiente en algunos puntos debido a la acumulación de la humedad durante años.
Las negociaciones y contactos con las asociaciones de vecinos que puedan llegar a utilizar este "centro cívico" corren a cargo del concejal Demetrio Gómez, mientras que el apartado social corresponden a la edil de Benestar, Carmen Fouces, con la que contactan las asociaciones de discapacidad.
