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A ver, esa bandera del Atlas

Sigue atento a la evolución del Rápido de Bouzas, el equipo que preside, sigue con su obsesivo afán coleccionista, que le ha llevado a tener una colección digna de ser expuesta por no decir de museo, sigue organizando concilios náuticos aquí o allá pero, últimamente, Manolo Seoane está también muy activo en otro frente: el de su asociación Hermérico (607 38 28 36), que también preside, preocupada por la memoria de nuestra cultura. Si hace un mes dimos cuenta de su propuesta a la Xunta de darle al puente del Bibei, en Pobra de Trives, el nombre de "Trajano del Bibei", para dejar evidente su origen histórico romano, ahora acaba de presentar al Concello otra propuesta. Que se sepa que en el mes de julio de 1808, el pueblo de Vigo capturó a la Armada Francesa el navío de guerra Atlas que luego entregó a las autoridades españolas, una vez cerrada la operación bélica catalogada históricamente como la mayor gesta española de la Guerra de la Independencia, en lo que al capítulo marítimo de refiere. Pues bien, la Bandera del Atlas se encuentra en el Museo Naval de Madrid. Paradójicamente no consta a su lado mención alguna a la gesta ciudadana del pueblo de Vigo en 1808, lo cual amén de ser un olvido esencial, es una palpable injusticia histórica hacia los verdaderos artífices de la gesta. Que se sepa, se utilice y la bandera vuelva a un museo vigués, dicen los herméricos.

Cuánto tiempo, Manolo

Mientras yo escribía ayer estas líneas el profesor de cine y escritor Manuel Janeiro iba hacia Gondomar para estrenar 2016 con una tertulia sobre su novela "O sexo masculino dos anxos", en el club de Lectura Sete Vidas de la admirable asociación Espazo Lectura gondomareña. Cuánto tiempo nos ha pasado y qué rápido, Manolo, que tienes los mismos tacos que yo, del mismo mes y año del siglo pasado, y te recuerdo de activista político en aquellos 70, incluso alcaldable por un partido imposible, o montando con Paco Mantecón el primer estudio de diseño gráfico de Galicia poco antes de nacer los 80, o diseñando cubiertas de libros, que andas por 3.000 en tu cuenta, o haciéndonos la noche con ánimos sobrados. Cuánto tiempo y qué poco, Manolo.

Una de fútbol pero gaélico

Me encuentro a Edi Morgan, que es un swazilandés absolutamente integrado con Vigo, hasta en cl amor, y me habla del equipo de fútbol gaélico vigués al que pertenece. Hace unos días jugó contra su equivalente coruñés y perdió pero quieren desquitarse en el próximo derby. Fútbol gaélico, con manos y pies, en Vigo. Atentos.

Culto, casado, decepcionado

Me acaban de mandar dos anuncios breves salidos en un periódico local, con un teléfono de Vigo que apuesto son del mismo varón. Uno: "Casado no feliz, discreto, conocería mujer discreta". Otro: "Sueño compartir de nuevo ilusión, complicidad, pasión, amor. Soy cariñoso, culto, agradable, sensible, casado, decepcionado". Mentir no miente y culto, parece. Como le sigan el ejemplo los que se sienten como él, se forraría el periódico con los anuncios.

The Traviesas Boys. A estos muchachos que veis exultantes, casi exuberantes, les hemos pedido un posado porque si se reúnen una vez por año en tono culinario-festivo, si cada año estampamos aquí su encuentro ¿cómo íbamos a incumplirlo en este nuevo que empieza? Son los Amigos de las Traviesas, un baluarte humano de la vida social de esa zona, de ese otro centro de Vigo. Los Traviesas Boys.

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