El viejo cuento de la lechera volvió a cumplirse. Se pensaba que la paralización de permisos de obra podría levantarse por completo en 2004, pero el primer aniversario de la suspensión pasó con más pena que gloria. A las puertas del segundo año de parón en esta actividad, los profesionales del sector de la construcción se encuentran inmersos en un proceso de emigración que agrava todavía más el panorama económico del concello.

La clase política se afanó en su momento en apuntar que esta situación es típica de los procesos de aprobación de un Plan Xeral, sin embargo, esta circunstancia no es consuelo para quienes observan cómo uno de los motores del desarrollo de A Estrada no funciona y cómo su avería va dejándose sentir en todas las actividades económicas del concello, incapaces de continuar la marcha hacia el progreso por sí solas. La vuelta a los andamios es cada vez más urgente.