El 51% de los consumidores españoles estaría dispuesto a pagar entre un 5% y un 10% más por un pescado más sostenible, según una encuesta de Greenpeace presentada ayer. El estudio revela que los consumidores prefieren un pescado fresco en el 91% de los casos, o en conserva (81%), con respecto a uno congelado (68%) o sazonado (40%).