El primero de los trílogos (negociación a tres bandas entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo de Ministros de Pesca) celebró ayer en Bruselas un encuentro "satisfactorio" que tenía la finalidad de abordar la intención de la CE de prohibir el arrastre de fondo a más de 800 metros de profundidad. "No hubo grandes avances, pero la Comisión estuvo de acuerdo en que extender esta iniciativa a aguas de la NEAF [zona de pesca en el Atlántico noreste, que incluye los caladeros de Hatton Bank o Gran Sol] es inaceptable", explicó a FARO el presidente de la Asociación Nacional de Armadores de Buques de Pesca de Bacalao (Agarba), Iván López. "Ahí no manda la Comisión Europea", explicó.

El trílogo sirvió para que las partes afectadas por esta posible regulación -impulsada por la presión de los lobbies medioambientalistas- expusieran sus posturas en un encuentro "productivo". El temor del sector es que la idea comunitaria de prohibir el arrastre de profundidad se extienda después a la pesca a 600 metros de profundidad, que supondría un duro golpe para la flota gallega. La próxima cita tendrá lugar a mediados de mayo.