Cuando alguien se pregunta cuál es la especie de mayor tamaño de cuantas habitan en las aguas o islas del Parque Nacional se piensa en delfines o tortugas. Y no es así. El ser vivo de mayor dimensión de esos archipiélagos es un gusano. Pero no uno cualquiera. El investigador madrileño Juan Junoy ha descubierto en Cíes una "lombriz" marina de 30 metros de longitud.

Esta finísima "serpiente" que recibe el nombre de Lineus Longissimus fue encontrada por Junoy, doctor en Biología Marina y profesor del departamento de Biología Animal de la Universidad de Ciencias de Alcalá de Henares, durante un estudio que realizó el año pasado sobre los archipiélagos de Cíes y de Ons. Junoy es especialista en dos tipos de invertebrados marinos: los nemertinos y gusanos primitivos.

"Es una especie de gusano acuático que se localiza debajo de los bosques de algas, sobre todo de las laminarias", define José Antonio Fernández Bouzas, director del Parque Natural de las Islas Atlánticas, que señala que su presencia"es un síntoma de la buena calidad de las aguas".

En el mundo se han encontrado sólo 1.000 especies de nemertinos, familia a la que pertenece el Lineus Longissimus, de los cuales 125 habitan en las aguas del Parque Nacional gallego.

"El hábitat favorito del Lineus Longissimus son las zonas limpias, con aguas muy frías y que estén protegidas de las corrientes marinas", explica Fernández, que señala que se han encontrado ejemplares de este gusano acuático en las costas de Inglaterra y Escocia y que Ons y las Islas Cíes son las áreas de la Península Ibérica con más especies.

Estos ejemplares se reconocen por su color negro y porque son muy alargados y frágiles. "Se enrollan en la base de las algas como si fuesen un ovillo", señala el director del Parque Nacional. Fernández Bouzas añade que "su longitud puede ser igual o superior a la de una ballena azul considerado, el animal marino más grande del mundo".

Los completos estudios que se realizaron sobre el Lineus Longissimus señalan que es un animal temeroso, muy débil al tacto y que se rompe con facilidad aunque luego se vuelve a regenerar de forma natural. Basa su alimentación en los restos que encuentra en el suelo y en el fitoplancton compuesto por diferentes algas. "Es muy curioso y de una gran importancia dentro de la cadena alimentaria", apunta Fernández Bouzas, orgulloso de que este ejemplar único de gusano acuático haya escogido el Parque Nacional para vivir.