La huelga trajo consigo un sinfín de problemáticas. Una de ellas se vive en el servicio judicial de registro y reparto, donde se han ido acumulando demandas civiles. A principios de semana había unas 1.500 paralizadas y, para solventar la situación, el juez decano vigués, Germán Serrano, emitió un acuerdo ordenando desbloquear estos expedientes, procediendo a su elevación al tribunal correspondiente. Para ello, los funcionarios de la oficina se dedicarán de forma exclusiva durante dos días a la semana a estos asuntos civiles. Y en las restantes jornadas la rutina será la habitual: repartir casos de todas las jurisdicciones.

El decano informó ayer de que las demandas civiles que había paralizadas de febrero y marzo -el paro empezó el 7 de febrero- ya fueron repartidas. Y la previsión era que ayer los trabajadores del servicio empezasen con las de abril. "Entre la próxima semana y la siguiente estarán repartidas todas las que permanecían paradas", garantizó Serrano, quien señaló que con respecto al resto de jurisdicciones, la labor "va al día".

El acuerdo que el máximo representante de los magistrados vigueses firmó esta misma semana lo adoptó al amparo del artículo 168.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), que entre otras cuestiones indica que los decanos "adoptarán las medidas urgentes en los asuntos no repartidos cuando, de no hacerlo, pudiera quebrantarse algún derecho o producirse algún perjuicio grave e irreparable".