Enfermos con patologías graves o prioritarias, pacientes necesitados de dispositivos de telemetría y personas aquejadas por la gripe. Este cóctel motivó que el colapso se instalase de nuevo en el servicio de Urgencias en la jornada de ayer, donde tanto de mañana como a media tarde concurrieron cientos de personas pendientes de observación, resultados de pruebas o una cama libre en el servicio correspondiente tras recibir la orden de ingreso. Varios pacientes padecieron retrasos de hasta seis horas para esta hospitalización mientras que la demora para una primera valoración de la gravedad por parte de un sanitario (el triaje) se alargó hasta las dos horas. La jornada amaneció con solo once pacientes pendientes de ingreso - en comparación con días anteriores cuando se registraron hasta 21-, dos de ellos llevaban desde la noche del 6 de enero y el otro desde el día 7 para una cama en el servicio de Cardiología. La elevada estadía en ambos casos se explica por la necesidad de contar con dispositivos de telemetría que monitoricen a estos pacientes; además de en el propio servicio solo las camas de observación de Urgencias cuentan son este sistema por ello y mientras no quede una cama vacía en su bloque, continuarán en esta ubicación.

Las condiciones durante el fin de semana y la jornada de ayer estaban servidas para recibir una presión semejante al de la semana pasada. Aunque no fue así en el número de visitas -ya que recibió una cifra similar al de la media habitual (340)- sí en la gravedad de los casos. Y es que de los 358 adultos que acudieron a las consultas este domingo, cerca del 20% de ellos requirieron ingresos, y por lo tanto disponibilidad de camas y habitaciones en sus respectivas unidades. En cuanto a la jornada de ayer, personal del servicio aseguraron que durante toda la mañana tanto los boxes como las 22 camas de observación permanecían "completos". A diferencia de días anteriores donde la situación se estabilizaba entrada la tarde, lo cierto es que sobre las 18.00 horas de ayer los pacientes en camillas y sillas de ruedas dificultaban el paso por los pasillos. Las quejas de familiares también se hicieron notar. "Nosotros entramos a las 11.00 y son las 16.30 y aquí seguimos, esperando a los resultados. Estuvimos más de dos horas para ir a los boxes", lamentaba una vecina de Ponteareas, quien señalaba a los picos de gripe como una de las causas de la congestión en Urgencias. "Hay muchísimos casos, ahora mismo -por ayer- está la sala de espera llena", explicaba esa ponteareana. Y es que las bajas temperaturas y la falta de vacunación provocó un gran aluvión de pacientes aquejados por esta patología. Sobre este mismo punto hizo hincapié la dirección de procesos asistenciales, del Chuvi al reiterar la importancia de acudir en primer lugar a los centros de salud correspondientes y posteriormente a los puntos de atención continuada (PAC) como paso previo a las Urgencias del Cunqueiro a su vez que indicó que ante casos de esta sintomatología común lo primero sería acudir a un centro de salud.

El Meixoeiro abre dos alas

Para hacer frente a este elevado índice de ingresos, desde el Sergas se ha habilitado desde el día 1 de enero un total de 140 camas, 90 en el Meixoeiro (30 solo en el día de ayer) y el resto en el Cunqueiro al desdoblar 50 habitaciones. En concreto ayer se abrieron dos alas en el hospital del Meixoeiro, en concreto el ala 2 de la cuarta planta y el ala 1 de la tercera. Si bien gran parte de ellas se pusieron a disposición de las hospitalizaciones por gripe, también había previsión de abrir estas plantas para una grupo de pacientes programados para cirugía. En cuanto a los facultativos que atendieron en el servicio, este volvió a contar de nuevo con el refuerzo de un equipo médico compuesto por un médico, enfermero, auxiliar y celador que se ampliará al día de hoy y al viernes.

Fue precisamente el trabajo del personal sanitario lo más valorado por los familiares de los pacientes que aprovechaban las horas de espera en los exteriores del complejo de Beade para tomar un café o encender un cigarro. "Lo cierto es que no me importan las horas de espera porque sé que me van a entender bien", explicaban ayer dos hermanos del entorno de la Avenida de Peinador que acudieron al servicio por las dolencia de sus progenitores. "Llegamos derivados por el ambulatorio, y la verdad es que no hemos tenido que esperar mucho porque fueron pacientes prioritarios, pero sí es cierto que en las salas de espera hay muchísima gente", reconocían.

Misma sensación mostraba Javier Méndez, cuya urgencia también fue prioritaria. "Hoy -por ayer- nos atendieron muy rápido por eso, pero lo normal es que cada vez que vengas al Cunqueiro ya sabes que te tocan cinco horas de espera; están un poco saturados", explica.