La prolongación de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población han convertido en "casi epidémica" la frecuencia de las fracturas de cadera. De hecho en el Servicio de Traumatología del Chuvi es su cirugía más habitual, seguida por las artrosis de cadera y de rodilla. Realizan entre 500 y 600 al año, según señala su jefe, Roberto Casal Moro.

No solo es la más prevalente, sino que también es la que afecta al paciente más frágil, al anciano. Además, es la más grave de las lesiones en la cuarta edad, porque puede poner en peligro la vida. La cadera es un sitio donde se produce mucha descalcificación. Como la gente vive más tiempo y más activa, se producen más fracturas por debilidad o por traumatismo. Afecta de forma especial a las mujeres, que padecen más la osteoporosis.