La tecnología desarrollada por Ephyslab en la Facultad de Ciencias de Ourense también se exporta a otros países para la construcción de infraestructuras costeras. El grupo colabora actualmente con el centro Flanders Hydraulics Research y la Universidad de Gante en el diseño de un paseo marítimo en la localidad de Wenduine.

"En España, la Administración gasta más en ladrillo que en planificación. En Bélgica están utilizando nuestro modelo para probar todos los escenarios antes de colocar la primera piedra y evitar que a los seis meses tengan que cambiarlo. Pero aquí se busca construir rápido y la rentabilidad en términos publicistas. Y después parece que no pasa nada cuando los paseos marítimos o fluviales se destruyen y hay que volver a construirlos. Lo más barato es hacerlos de otra manera desde el principio", señala Gómez Gesteira, que también lamenta la falta de cultura a la hora de compartir los datos que solicitan los investigadores.

Y si hablamos de gestión costera, una de las infraestructuras que más polémica genera en Galicia es Punta Langosteira, el espigón coruñés concebido para dar abrigo al tráfico marítimo y que sigue recibiendo fondos millonarios de la Xunta para protegerlo de los embates de los temporales.

Precisamente, el grupo de Gómez Gesteira colabora con otros investigadores del campus vigués y de la Universidad de A Coruña en un proyecto que acaba de arrancar y que determinará la capacidad de rebase del oleaje y el movimiento de los bloques de hormigón del dique.

La Xunta eligió esta iniciativa dentro de su convocatoria Conecta Pymes para la distribución de fondos Feder a iniciativas conjuntas de empresas y universidades. El objetivo es diseñar un sistema experto para la gestión de diques portuarios.

"Punta Langosteira está en una zona complicada y no tiene la protección natural de Vigo. Pero lo más preocupante no es que las olas rebasen el dique, sino el movimiento de los bloques por el empuje del mar. Existen decenas de modelos con características diferentes y cada uno tiene sus ventajas. A la hora de construir un espigón no solo es importante determinar su forma, sino qué tipo de bloques son los más adecuados", destaca.

Los cruceros utilizan sus grandes hélices de popa para propulsarse y las laterales de los costados y la proa cuando necesitan maniobrar. Los investigadores del Ephyslab han desarrollado tecnología propia capaz de simular su potencial de erosión a pie de muelle.

Las imágenes recrean el efecto de las hélices en los fondos del puerto. El calado aumenta en las zonas de atraque de estos buques, dejando los cimientos de los muelles al descubierto y aumentando su vulnerabilidad. Por contra, disminuye en otras zonas que hacen necesarias operaciones de dragado.