La falta de demanda estuvo en 2011 a punto de acabar con el tren Vigo-Oporto. Bajo el argumento de su "falta de rentabilidad" la operadora ferroviaria portuguesa, Comboios de Portugal (CP), anunció en julio su fin inminente y solo la presión política y social logró que Lisboa rectificase su postura. Ese hándicap, el bajo dato de ocupación registrado por el convoy, comenzará a revertirse en apenas un mes. Los sindicatos consultados por FARO -CC OO, UGT y CGT- coinciden en que las mejoras pactadas el lunes por España y Portugal en la Cumbre Ibérica -la venta de un billete único desde el 15 de junio; un enlace "directo", amparado por una mayor coordinación entre operadoras; la supresión de parada; y la electrificación total de la línea antes de 2016- permitirán incrementar la venta de billetes al menos un 30% durante los próximos tres años. En la actualidad los S-592 desplazan a cerca 30.000 pasajeros al año.

El repunte de demanda responde, en buena medida, al recorte de los tiempos. El secretario de organización de Transportes en UGT Galicia, Cándido Rodríguez, concreta que la electrificación de la línea -comprometida por ambos Ejecutivos para 2016- supondrá una mejora de los tiempos del 10%. Con más de 3 horas de trayecto -ciertas frecuencias llegan a demorar el viaje Vigo-Oporto hasta casi 3 horas y 20 minutos- el ahorro será de en torno a 20 minutos. Los restantes 40 hasta sumar la hora que, según el Gobierno, se recortará el viaje parecen obtenerse de la mejor coordinación Renfe-CP y de suprimir apeaderos. El Jornal de Noticias publicaba ayer que las 13 paradas que realiza en territorio luso se reducirán a dos; nada dice de las cuatro que se efectúan en España -Vigo, Redondela, O Porriño y Tui-. Tampoco Renfe desveló ayer esa incógnita a preguntas de este diario.

Lo que está fuera de toda duda es la potencialidad de una línea que enlaza las dos grandes áreas metropolitanas de la Eurorregión. Las estadísticas oficiales apuntan al área norteña como una de las más dinámica de la frontera, con un índice de desplazamientos diarios que dobla al de Ayamonte, en la región del Algarve. "Su potencial es muy amplio; aunque aprovecharlo depende, más que de la electrificación, del material que se emplee", explica desde el sindicato CC OO Antonio Conde.

Una opinión similar sostienen Juan Francisco Sánchez, de CGT, y el sector ugetista, que remarcan la necesidad de acometer mejoras en el trazado -pequeñas variantes- que optimicen los tiempos y reponer los materiales: carril, vías, traviesas... en un "tratamiento integral". "Desde Valença a Nines tienen aún señalización mecánica, no semafórica", recuerda Rodríguez, quien remarca que el aumento del 30% en la demanda del Vigo-Oporto es una estimación inicial. Para Conde la venta de billetes podría incluso "triplicarse" en 2016. Otros expertos creen que, mientras el tren sea menos competitivo que el transporte por carretera -en coche el tiempo se recorta a la mitad-, un hipotético aumento se limitará al "efecto novedad". Los sindicatos concuerdan también en la importancia de "buscar la polivalencia entre la media distancia Vigo-Oporto y las cercanías". Sánchez, de CGT, anota las ventajas que conllevaría "desdoblar las vías". Tanto UGT como CC OO y CGT aplauden la introducción de un billete único.