Una noche de celebración desmadrada llevó al británico Steve Peat del podio de la primera prueba de la Copa del Mundo de Mountain Bike celebrado en mayo de 2005 en Coruxo, a los calabozos de la comisaría viguesa por vandalismo. Con él fueron detenidos el español Carlos D.S., por entonces de 22 años de edad, y los también británicos Lee Bertrand y la joven S.L.B.

El campeón de mountain bike regresó ayer a Vigo para compartir el banquillo de los acusados con Carlos D.S., sus otros dos compañeros británicos están requisitoriados ya que no han podido ser localizados. Ambos se enfrentaban a una pena de dos años de prisión, pero en virtud del acuerdo de conformidad alcanzado por sus defensas con la fiscal del caso, aceptaron una multa de 720 euros cada uno y hacer frente conjunta y solidariamente a los 5.000 euros de responsabilidad civil en que se han valorado los daños causados aquella madrugada. Con el acuerdo evitaron ir a juicio y también la pena de cárcel, pues la Fiscalía aplicó la atenuante de dilaciones indebidas dado el tiempo transcurrido desde que ocurrieron los hechos.

Los cuatro jóvenes fueron detenidos, al parecer ebrios, la madrugada del 3 de mayo de 2005 en la céntrica calle Urzáiz cuando la emprendieron con el mobiliario urbano, rompiendo maceteros y jardineras, causando destrozos en las lunas de acceso al parking y subiéndose a algunos de los coches estacionados en la zona a los que también causaron daños.

Un testigo de los hechos que acompañó a las patrullas de la Policía Local y Nacional que acudieron al lugar, reconoció a Steve Peat, que horas antes acababa de ganar el campeonato de mountain bike. La detención del deportista propició que su mujer llamase interesándose por la situación de su marido, considerado uno de los ciclistas más mediáticos del panorama mundial de la modalidad deportiva, con un carácter excéntrico y divertido. El arresto de los tres ciudadanos británicos movilizó también al cónsul ingles de Vigo, james Skinner, que acudió a comisaría a interesarse pro ellos y les ofreció su ayuda.

Steve Peat compareció ayer acompañado por un abogado en el Juzgado de Penal 1 de Vigo, donde estaba prevista la celebración del juicio, si bien finalmente solo accedió a la sala para admitir los hechos que se le imputaban y aceptar la condena impuesta, que no podrá ser recurrida. A su favor jugó también, además de los cinco años transcurridos desde que ocurrieron los hechos, que siempre ha estado a disposición de la Justicia española y que ayer compareció al juicio penal.

Los otros dos británicos serán juzgados en cuanto sean localizados y viajen a España para responder por el delito de daños que se les imputa.