Ascensores mal engrasados, aparatos de climatización o talleres mecánicos ubicados en los bajos de algún edificio de viviendas acumulan más de una docena de denuncias por exceso de ruido, en concreto, 15 de las 53 registradas en lo que va de año en la Concejalía de Medio Ambiente. La mayoría de los expedientes abiertos por contaminación acústica en Vigo corresponden a locales de hostelería, fundamentalmente pubs del centro de la ciudad, si bien proliferan las llamadas a la Policía Local para realizar mediciones en el interior de inmuebles debido al mal funcionamiento de los motores del elevador o las molestias generadas por alguna empresa próxima no vinculada al sector servicios.

Los mecanismos de refrigeración de grandes infraestructuras como el Hospital Xeral o la Clínica Fátima están siendo investigados después de que vecinos del entorno los denunciasen por realizar demasiado ruido. En el primer caso, se analiza si el centro tiene autorización de Urbanismo para la planta provisional instalada en pleno Vázquez Varela, mientras que en el segundo, se cuenta con una medición sonométrica de 33 decibelios que podría derivar en sanción. No son las únicas instalaciones sanitarias expedientadas, pues también se registran requerimientos por los ruidos procedentes del centro de salud de La Doblada, en la calle Faisán.

Las sanciones que puede imponer el Concello van de los 600 a los 9.000 euros, para las agresiones acústicas más graves o casos en los que los responsables no acaten las normas o registren más de una denuncia. El horario protegido por la legislación española es de diez de la noche a ocho de la mañana, una franja temporal de la que curiosamente sólo constan actualmente dos quejas relacionadas con el botellón que se han trasladado al Valedor do Cidadán y que se arrastran desde 2007.

Las críticas por los retrasos en la gestión de Medio Ambiente parecen no obstante haber surtido efecto y de los 38 expedientes a que han dado lugar todas las denuncias presentadas –algunas desechadas por defectos de forma o ser competencia judicial–, algo más de la mitad (20) están pendientes de informes urbanísticos para determinar la gravedad del proceso y otros 18 incoados y en fase de resolución o recurso.

Son las cifras que ofrece la Administración local y que revelan que una de cada cuatro denuncias interpuestas por los vigueses se deben a algún tipo de maquinaria industrial. Los ascensores de cuatro edificios del centro, la utilizada en dos talleres mecánicos, en otro que trabaja metal en Bouzas o en una empresa de envases de Teis son algunas de las actividades denunciadas, junto a un conocido comercio de ropa de Urzáiz que impedía descansar a los vecinos por su atronadora música.

El Concello se ha comprometido a reforzar el personal de Medio Ambiente en los próximos meses para agilizar las denuncias e imponer sanciones, tras conocerse que el tiempo medio de tramitación no baja de los dos años. Aclara, no obstante, que no tienen competencia en denuncias entre particulares, que van directos al juzgado.