Primera visita institucional a la ciudad del Lérez

Ni A-57 ni A-59, porque "el nombre es lo de menos, por lo que la llamaremos autovía libre de peaje entre Pontevedra y Vigo". De este modo, la ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció ayer en la capital un nuevo giro a la antigua reivindicación de crear una alternativa viaria gratuita a la AP-9 entre las dos principales ciudades de la provincia. Pastor realizó ayer su primera visita institucional a Pontevedra, invitada por el Concello, en la que repasó con el alcalde, el nacionalista Miguel Fernández Lores, y el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, todas las necesidades y proyectos del municipio, en especial la circunvalación urbana y su prolongación hacia el Sur hasta conectar con Vigo.

Esta futura autovía, para la que no existe un trazado definido ni un calendario concreto todavía, sí será "la más eficiente, con menor coste y el menor impacto posible" con respecto a las dos propuestas que manejó durante los dos últimos mandatos del PSOE en el Gobierno central: la A-57 entre Pontevedra y O Confurco, y la A-59, un "ramal" de esta primera desde Vilaboa hasta Peinador. Pastor, que acudió a Pontevedra acompañada del secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, desglosó durante su reunión con Lores el estado de tramitación de todos los tramos de las autovías del periodo socialista y dejó claro que los dos más avanzados son los que corresponden a la circunvalación de Pontevedra: Vilaboa-A Ermida, de 85 millones de euros, y A Ermida-Pilarteiros, de 80 millones, que podrían ser los primeros en ejecutarse, aunque no antes de finales de 2013. En cambio, el resto de las autovías, de Vilaboa hacia al Sur, se encuentran mucho más retrasados hasta el punto de que varias de ellas, por los municipios de Soutomaior, Redondela o Pazos de Borbén, "nos los encontramos suspendidos" por el anterior Gobierno.

"El objetivo es que Pontevedra tenga una alternativa libre de peaje y será una autovía que estamos estudiando con su trazado correspondiente, el menor impacto posible y el coste más asumible, que nos comunique con Vigo de forma gratuita", explicó la ministra, recordando su residencia desde hace décadas en la capital.

El alcalde Lores destacó el "compromiso de la ministra de seguir avanzando para algún día disponer de una alternativa libre de peaje, ya que podemos considerar que Pontevedra está hasta ahora discriminada, porque la única opción desde hace más de treinta años que tenemos para acudir a Vigo es a través de Rande".

Junto a Ana Pastor, esta visita institucional contó con la presencia del delegado del Gobierno, Samuel Juárez, y el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández. Todos ellos mantuvieron instantes antes de la reunión de trabajo en el Concello, un encuentro con alcaldes en el Pazo Provincial, donde el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, mostró su confianza en que la ministra acabará resolviendo la vieja demanda de la autovía Pontevedra-Vigo "porque es una persona creíble y determinante en el cumplimiento de sus compromisos".

Una de las demandas que le trasladó el presidente de la Diputación a la ministra de Fomento rescata un viejo proyecto que el ente provincial encargó hace años: una mejor conexión entre la terminal de Peinador y el recinto ferial. Louzán no descarta que se pueda realizar aquella idea de unir ambas infraestructuras mediante una pasarela elevada debido a los pocos metros que las separan en línea recta. Pero en cualquier caso plantea una "mejor accesibilidad" entre ambos.

Bloqueados en el ascensor por "overbooking" político

Los ascensores del Concello de Pontevedra observan su límite de peso a rajatabla. Al parecer, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez; el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández; el secretario de Estado de Transportes, Rafael Catalá; el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán; el diputado del PP Telmo Martín y el portavoz municipal del PSOE, Antón Louro, además de la jefa de gabinete de Ana Pastor, Alicia Portas, superan –en conjunto– los 450 kilos que soportan estos elevadores y, evidentemente, las seis plazas que admite cada cubículo. Quizás por eso cuando los seis políticos y la técnico accedieron a uno de los dos ascensores de la Casa Consistorial la máquina no se elevó más de medio metro antes de detenerse y dejar encerrados a todos sus ocupantes. Los siete tenían intención de seguir a toda prisa a la ministra de Fomento, que había tomado el aparato contiguo acompañada más razonablemente solo por el alcalde de Pontevedra y su escolta,

La ministra, ya en el despacho del alcalde, en la tercera planta, esperaba su pesado maletín ministerial, que amablemente se había ofrecido a portar el delegado del Gobierno en Galicia. Pero el maletín, el delegado y todos los que faltaban en el despacho del alcalde se habían quedado en la planta baja, a medio metro sobre el suelo y sin poder salir.

Pasados unos minutos, en el despacho de Lores sonó el intercomunicador del escolta. Un compañero le informaba de dónde se encontraba el resto de la comitiva. Inmediatamente acudieron en su auxilio un ordenanza y hasta un periodista que "sabía de ascensores".

Abajo, los encerrados estaban ya acompañados por un policía local, que junto a un conserje trataba de abrir la puerta. No tuvieron que esforzarse mucho porque la empresa de mantenimiento del aparato dio muestras de una asombrosa eficacia