La Consellería de Medio Ambiente dio ayer, aunque con cortesía, un toque de atención a Renfe por el funcionamiento de los trenes Avant que cubren la línea de alta velocidad entre Ourense y A Coruña, cuya ocupación desde su puesta en servicio, hace ahora tres meses, no supera el 20% de las plazas disponibles. En lo que fue la primera reunión entre el titular de Medio Ambiente, Agustín Hernández, y el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, el conselleiro reclamó a la dirigente de la empresa ferroviaria que "mejore la oferta comercial" del Avant con el objetivo de "incrementar el grado de ocupación de esta línea", lo que en la práctica supone abaratar el precio de los billetes.

Lo que puso encima de la mesa Agustín Hernández fue la necesidad de introducir un "ajuste" en las tarifas para tratar de subir el número de viajeros, ya que de media solo 518 personas utilizan un tren que ofrece 2.800 plazas al día. Esta rebaja de las tarifas tendría una triple dirección. Por una parte, que se aplique el 10% de descuento en los billetes de ida y vuelta, algo que no se está haciendo en los Avant que operan entre Ourense y A Coruña y sí en el resto de los servicios.

La segunda demanda consistiría en rebajar el precio del billete de los Avant entre A Coruña y Santiago, puesto que es cuatro euros más caro (10,5 frente a 6,05) que los R-598 que circulan por todo el Eje Atlántico y solo consigue acortar el trayecto entre las dos ciudades unos seis minutos (28 minutos frente a 34).

Y la tercera petición formulada por la Xunta versa sobre los abonos. El Gobierno gallego quiere que estos tengan un periodo de vigencia más largo que el consignado actualmente por Renfe, lo que significa ampliar su fecha de caducidad y reforzar su utilización.

Antes de la reunión –celebrada en Santiago–, el conselleiro destacó que la presencia del presidente de Renfe en la sede de la Xunta significa un "cambio de actitud" de la empresa pública hacia las necesidades de Galicia y ambos coincidieron en comprometerse a analizar los problemas ferroviarios de la comunidad autónoma "sin ninguna restricción ni condicionamiento previo", incluida la política de tarifas para la línea del AVE entre Ourense y A Coruña.

Renfe aclaró, al término del encuentro, que fue una toma de contacto y que no hay nada concreto todavía.

En cuanto al futuro de las líneas deficitarias, Gómez-Pomar aclaró que Fomento está estudiando aún cuáles se declararán de utilidad pública –por lo que seguirán operativas aún en caso de pérdidas– y que Renfe "solo entrará en juego a posteriori".

Acuerdo para crear la gerencia de cercanías

Tras años de declaraciones pero sin avance alguno, ayer se decidió iniciar el proceso para la creación de una gerencia de cercanías en Galicia. El nombre puede resultar engañoso, pues no se pretende tanto implantar servicios de cercanías como ubicar en la comunidad un centro de mando con capacidad para analizar la demanda potencial de viajeros, gestionar los servicios interiores existentes y planificar los nuevos en función de las necesidades de transporte, además de poder decidir sobre las frecuencias, las tarifas y los horarios de los trenes siempre que estos desarrollen su recorrido íntegramente por territorio gallego.

La actual gerencia está en León y desde allí se toman todas las decisiones sobre el funcionamiento de los trenes en la comunidad gallega.

Julio Gómez-Pomar y Agustín Hernández acordaron ayer iniciar el proceso para crear esta gerencia, pero no pusieron plazos concretos, aunque la idea es que pueda ser una realidad antes de acabar la legislatura del Estado. Será esta gerencia, con la que cooperará la Xunta, la que decida en el futuro si en Galicia hay margen para establecer un servicio de cercanías tal como se conoce en otras autonomías.