El conselleiro de Educación admite que habrá un ajuste en el número total de profesores el próximo curso y que se reducirá la cifra en aras de la eficiencia, sobre todo porque hay centros con una plantilla superior a la cifra que les correspondería por el número de aulas.

-¿Prevé un inicio de curso conflictivo por la convocatoria de huelga de los profesores ante el aumento de las horas lectivas?

-Desde la consellería el curso se iniciará con total normalidad. Llevamos trabajando todo el mes de agosto para tener a punto todo y todo parece indicar que no habrá excepciones en la conclusión de las obras de los colegios. En teoría los profesores van a estar en las aulas el día 12, pero otra cuestión es lo que pase después.

-La Xunta ha ampliado el horario lectivo en dos horas, medida que también han incorporado Madrid y Castilla-La Mancha. ¿Se prevén más iniciativas de este tipo en el curso 2012-2013?

-Estamos jugando desde hace dos años con medidas de ahorro, de ajustes y de eficiencia. En ese sentido, las medidas ya están adoptadas y entiendo que no debería haber movimientos el próximo año.

-La Xunta hará recortes presupuestarios, ¿en su departamento solo afectarán a las obras de ampliación y reforma de los centros o habrá más apartados en los que se meterán las tijeras?

-Hay una serie de partidas que pueden verse afectadas, pero es cierto que la Xunta tiene muy claro que las prioridades pasan por sanidad, educación y bienestar y que nosotros no estamos haciendo los ajustes que se están haciendo en otras áreas, que son mucho más importantes.

-El curso que está a punto de empezar, ¿contará con más o menos profesores en total?

-Todos los años hay cambios. El pasado año ya tuvimos cambios con el objetivo de racionalizar el capítulo de gastos de personal de la consellería y este año estamos tratando también de buscar la mayor eficiencia. Hay un número de jubilaciones muy elevado y las plazas de oposición convocadas, por mandato del Estado, solo cubrieron el 30%, y sí que puede haber ajustes, pero allí donde los podamos aplicar, con la garantía de que todas las necesidades serán cubiertas, todas. Pero hay cuestiones que nos obligan a actuar con eficiencia a lo mejor en centros que están muy por encima del cupo.

-¿Eso significa que habrá por tanto una reducción?

-Estamos hablando de ajustes y, evidentemente, sí, es obvio que se trata de una reducción. Pero porque hay centros donde se estaba muy por encima del cupo, con más docentes de los que le corresponderían en base al número de aulas.

-¿Alguna cifra concreta?

-No podría decirlo.

-¿Se están agrupando alumnos de distintas edades?

-Ni más ni menos que en años anteriores.

-¿Cuántos centros se ha apuntado al contrato-programa, que arranca este curso y que supone una financiación en función del cumplimiento de objetivos?

-Las solicitudes están presentadas, pero no disponemos de datos definitivos. Fue un éxito.

-¿Ha realizado la Xunta una evaluación del funcionamiento de los centros plurilingües?

-Es muy pronto para hacer una valoración y sacar conclusiones, pero haremos una evaluación.

-La aplicación del decreto del gallego provocó muchas protestas y amenazas de insumisión. ¿Hizo Educación alguna inspección sobre el grado de cumplimiento?

-El grado de profesionalidad de nuestros profesores es elevadísimo y quiero aplaudir su actitud.

-¿Este curso toca consulta sobre la elección del idioma por parte de los padres?

-La ley lo que nos posibilita es hacer consultas. El borrador del decreto del plurilingüismo establecía una consulta cada cuatro años, pero el borrador ya no figura. Lo que hace la ley es facilitar cualquier tipo de consulta, a las familias o los profesores sobre temas concretos que no afecten a cuestiones curriculares o marcadas por la ley orgánica.

-¿Y se va a hacer?

-Se podría, pero no está contemplada en esto momento. La prioridad para este Gobierno es mejorar el sistema educativo, dar un mejor servicio a las familias y atender las situaciones críticas… En este momento hay que ayudar a las familias que más lo necesiten, independientemente de la zona de la que procedan o de su nivel adquisitivo. Ésa es la preocupación de la Consellería de Educación.

-¿Se prevé la posibilidad de que los alumnos puedan llevarse los ordenadores portátiles a casa para continuar con los deberes?

-De momento no está contemplado. Vamos a ver cómo responden las evoluciones, pero como está el sistema, el ordenador está pensado para permanecer en el centro.

-¿Y el uso de libros electrónicos? Parece el siguiente paso…

-Todo necesita su tiempo y maduración. Es muy pronto aún.

-¿Cómo están las negociaciones para descentralizar las clases teóricas de medicina? Ya se tenían que aplicar el próximo curso…

-Hay una comisión que se encarga y es donde hablamos de estos temas.

-Pero ya se tenían que descentralizar este año y comenzar en la Universidad de Vigo.

-No había una fecha concreta, era solo una previsión y no por parte de la consellería. Esa comisión se creó aún hace unos meses y se tendrá que seguir reuniendo para tratar todos esos temas.

-¿Será posible para el próximo curso esa descentralización de las clases teóricas?

-Son cuestiones que hay que ir trabajando poco a poco, dentro del ámbito privado con las universidades, con el Sergas...

-La Universidad de Vigo quiere impartir Ingeniería biomédica, pero a la de Santiago no le gusta la idea. ¿La Xunta dará su autorización?

-Esos temas tienen que tratarse por sus cauces ordinarios y salir de un consenso. En el momento en que se abra el mapa de titulaciones se abrirá para las tres universidades. Todos los acuerdos, de financiación y de otros temas, se están adoptando prácticamente por consenso. Hasta 2013 no será y esa negociación se tendrá que llevar a cabo dentro de los órganos correspondientes, a través de una negociación con la consellería y con las otras universidades.

-¿Peca Galicia de una sobreoferta de titulaciones?

-Hubo una reestructuración aprovechando la adaptación a Bolonia. El problema principal que tenemos no es de grados, sino que nos encontramos con un número de másters, más de 300, que muchas veces no se corresponden ni con la realidad ni con la situación que demanda el mercado. Pero puedo asegurar que no hay una sobredimensión de grados, como se piensa en la calle.

-Con tal de no autorizarlos la Xunta se resuelve el problema.

-Se está trabajando en un decreto para ayudar a las universidades para una reestructuración y adecuación de la oferta a la realidad socioeconómica de Galicia.

-Las universidades trabajan en un plan para reducir gastos, ¿hay un exceso de personal y de infraestructuras?

-Las circunstancias son muy diferentes entre las tres universidades. Tenemos una histórica con muchos edificios históricos y un coste de mantenimiento muy difícil y otras dos novísimas… Nunca se puede achacar una situación a un único parámetro y además es una cuestión de la propia universidad. La generalización no es buena nunca, porque son distintas.