El Ministerio de Fomento ha echado ya cuentas de la repercusión que la nueva línea de alta velocidad en el Eje Atlántico tendrá sobre el volumen de viajeros en tren. Cuando este corredor que une las ciudades de Vigo y A Coruña entre en servicio en su totalidad, en el año 2012, el número de usuarios se multiplicará por tres, al pasar de los dos millones actuales a siete. Un salto espectacular para un medio de transporte que años tras año pierde viajeros en Galicia y que tiene precisamente en el Eje Atlántico a una de las pocas líneas que ofrecen una alta rentabilidad por su explotación.

Fomento considera que la mejor baza para incrementar el número de usuarios será la rapidez, pues de un trayecto entre Vigo y A Coruña para el que era necesario emplear dos horas y media antes de iniciar la renovación de la línea, a partir del año 2012 se pasará a un viaje de una hora de duración. Esto garantiza que la velocidad media de los trenes será de 160 kilómetros por hora, porque cuando el nuevo trazado esté concluido, la distancia entre Vigo y A Coruña quedará reducirá a 155,2 kilómetros.

Actualmente, el único tramo que está concluido, a falta de la electrificación, es el Santiago-A Coruña, abierto en su totalidad el pasado día 13 de diciembre, cuando entraron en servicio de forma simultánea cuatro subtramos (Cerceda-Meirama, Meirama-Bregua, Uxes-Pocomaco y Pocomaco-San Cristóbal). Son 61,7 kilómetros cubiertos diariamente por treinta trenes. En la renovación del Eje Atlántico entre A Coruña y Santiago, sin tocar desde su conclusión en los años cuarenta del siglo pasado, el Ministerio de Fomento invirtió 632 millones de euros.

La nueva línea, construida en ancho ibérico pero preparada para cambiarse en el futuro a ancho europeo, para que sea considerada de auténtica alta velocidad, está totalmente terminada en la provincia de A Coruña, ya que desde el año 2007 también está operativo entre Santiago y Padrón otro trecho de 14 kilómetros.

En la provincia de Pontevedra, el ritmo es más lento. Catorce kilómetros están ya finalizados y otros 67 se encuentran en ejecución. La parte que acumula más retraso es la entrada en Vigo, que el Ministerio de Fomento prevé que se pueda licitar próximamente su construcción.

Pero aún quedará la electrificación de la línea para que pueda considerarse de alta velocidad, porque mientras tanto los trenes que circulen por el Eje Atlántico deben ser diésel y, por tanto, con una velocidad máxima bastante limitada.

La primera fase, adjudicada a finales de 2008, consiste en la instalación de los postes y la catenaria entre Padrón y A Coruña, cuyas obras ya se han iniciado. La segunda corresponde al trazado entre Padrón y Vigo y acaba de ser adjudicada por 65 millones de euros. Y posteriormente, se habrán de colocar todos los sistemas de seguridad correspondientes al AVE.