Tras siete meses cruzando en solitario el Atlántico, Piolín se enfrenta hoy a su prueba decisiva. Científicos de la Universidad de Rutgers (New Jersey) partirán esta mañana desde Vigo a bordo de un buque de Puertos del Estado para recoger al robot submarino a unas 150 millas al oeste de la costa.

Las olas de más de diez metros que estos días se registraban en la zona donde tendrá lugar el contacto frustraron la salida prevista para ayer, pero los investigadores estadounidenses y la tripulación del Investigador confían en recuperar hoy mismo al sumergible.

A última hora de la tarde de ayer, ultimaban los preparativos de la expedición. ¿Nerviosos ante este último reto? "Always", bromeaba Clayton Jones, responsable de Teledyne, la empresa que fabrica estos submarinos o gliders, en referencia a las 220 jornadas que el sumergible cumple hoy en el mar y la distancia recorrida de más de 7.300 kilómetros. El primer intento se frustró en el verano de 2008 muy cerca de las Azores.

"La última etapa ha sido la más peligrosa y sacar fuera del agua al batiscafo será uno de los momentos más difíciles. Ha sido un largo viaje y mucha gente ha trabajado muy duro en el proyecto", reconocía Scott Glenn, uno de los profesores de Rutgers que han coordinado esta gesta científica.

Puertos del Estado ha puesto a disposición de los investigadores estadounidenses al único buque español y uno de los pocos europeos que está experimentado en este tipo de trabajos oceanográficos, pues se ocupa del mantenimiento de las boyas que el ente tiene repartidas por toda la costa.

Piolín emergerá a la superficie y enviará su posición vía GPS al barco, que deberá localizarlo entre olas "de seis metros". Tres buzos profesionales se lanzarán al agua para ayudar a subirlo a bordo. "Será el momento más intenso", comentaba Glenn antes de desvelar, para sorpresa del aludido, que la encomienda de depositar al submarino en cubierta le corresponderá al primer oficial del buque, el joven vigués Juan Peñas.

En ese momento, Piolín, al que ya le reservan en EE UU un lugar junto al Spirit of St. Louis, el primer avión que atravesó el Atlántico, o el Apolo 11, habrá hecho historia

El submarino permanecerá custodiado hasta el 9 de diciembre, cuando está prevista su entrada a bordo de otro barco más pequeño en Baiona. El concello ha organizado un recibimiento por todo lo alto como ya hizo en 1493 con la arribada de "La Pinta" y se prevé la asistencia de numerosos científicos, entre ellos, la de Jerry Miller, enviado de la Casa Blanca.

A la villa marinera también viajarán tres de los treinta estudiantes que han participado el proyecto guiando al submarino a través de las corrientes oceánicas.

El equipo estadounidense que navega en el Investigador está integrado por once personas y junto a los científicos también se encuentran expertos de National Geographic y de Rutgers, quienes grabarán un documental para enviar a las cadenas de televisión de su país.

Todos han aprovechado su primera estancia en Galicia para disfrutar de la gastronomía de la mano de Enrique Álvarez Fanjul, jefe del Área de Conocimiento del Medio Físico de Puertos del Estado y responsable de la expedición. "He comido el mejor pulpo", aplaudía Clayton Jones.

El buque partirá hoy a las doce del mediodía del muelle de Bouzas, su base habitual, y tiene previsto llegar por la tarde al lugar donde se encontrará con Piolín.

Todos están expectantes, pero Scott Glenn prefiere no adelantar acontecimientos. "Hasta que todo esté bien amarrado no hay nada que celebrar. Lo primero es la misión y después, festejarlo".