Tres hermanas pontevedresas, una de ellas residente en Denia (Alicante), han decidido recurrir a la justicia con el fin de convertirse en propietarias del patrimonio de su supuesto abuelo, un emigrante de la zona de Cambados fallecido en Argentina en 1945. La herencia que ahora reclaman unas nietas "sin reconocer" está compuesta por más de 60 fincas rústicas y urbanas repartidas por todo el litoral de las Rías Baixas y cuyo valor asciende a 10 millones de euros.

Esta familia gallega, que prefiere mantenerse en el anonimato hasta que avance el proceso judicial al que debe someterse para ser reconocida como fiel descendiente del terrateniente pontevedrés, se ha puesto en manos de un bufete de abogados sevillano especializado en casos de herencia y parentesco para que sea la justicia quien dictamine que, efectivamente, son nietas del gallego emigrado y, como consecuencia, únicas herederas de los valiosos terrenos (una de las fincas está ubicada en Portonovo, una de las zonas de Galicia donde el metro cuadrado de suelo es más costoso). El abogado de las demandantes, Fernando Osuna, presentará hoy en el Juzgado nº1 de Cambados una demanda judicial para reclamar la condición de nietas de las tres hermanas "naturales del partido judicial cambadés, que comprende también los municipios de Ribadumia, Meis, Meaño, O Grove o Sanxenxo". El bufete andaluz, que consiguió en anteriores ocasiones que el Tribunal Supremo aprobara la realización de pruebas de ADN para demostrar casos de parentesco, asegura contar con "pruebas irrefutables" para que la justicia otorgue a las tres hermanas la condición de nietas, un proceso que puede durar entre un año y año y medio, para, posteriormente, conseguir hacerse con las fincas. "Tenemos numerosos testigos de la zona que vinculan al abuelo, al padre no reconocido y ahora a las nietas. Además, enviamos un detective durante el verano a Pontevedra que ha conseguido numerosas pruebas. A mayores, solicitaremos dos pruebas de ADN, para lo que será preciso la exhumación del cadáver del padre (hijo no reconocido del terrateniente), enterrado en un municipio del distrito judicial de Cambados, y de un sobrino nieto del emigrante gallego. Si todo sale bien, será suficiente para demostrar la consanguinidad de las hermanas", argumentó el letrado Fernando Osuna, que el pasado mes de marzo logró la exhumación de un cadáver en Sevilla en un caso similar.

La curiosa historia se remonta al siglo pasado. El dueño de las tierras ahora reclamadas nació en Cambados en 1880 y murió en Argentina en 1945. En ese país contrajo matrimonio con una porteña, aunque no tuvieron descendencia. El hijo no reconocido lo había dejado en Galicia antes de emigrar, el único heredero, fallecido en 1971. Aunque existen testigos, no hay papeles oficiales.

Las tres hijas del descendiente necesitan ahora el reconocimiento que su padre nunca obtuvo para recibir la herencia del abuelo.