El expresidente de la Diputación de Pontevedra y actual responsable de la Federación Galega de Fútbol, Rafael Louzán, ha quedado como último político investigado en la operación Patos, un caso que indaga una presunta corrupción en la concesión de contratos públicos y que en septiembre dio un giro y se desinfló cuatro años después de iniciarse. De 51 imputados iniciales, la juez dejó la cifra final en 13. Salvo el exmiembro del PP, quedaron exonerados el resto de políticos salpicados, como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y los ediles olívicos David Regades, Ángel Rivas e Isaura Abelairas, el popular José Manuel Figueroa o la exdelegada de la Xunta en Vigo María José Bravo.