En el apartado de gastos, la cuenta general de Silleda indica que éstos ascendieron a unas obligaciones netas reconocidas de 6,17 millones de euros, por debajo de los 7,72 millones presupuestados. A lo largo del año pasado, se pagaron 5,84 millones de euros, quedando pendientes 335.473 euros. Si restamos a esos 7,72 millones presupuestados los 6,17 que hay que abonar, realmente, Silleda se queda con un remanente en el apartado de gastos que llega a los 1,55 millones de euros.

Entre las cifras a destacar, figura la amortización de préstamos, por un importe de 282.747 euros. Al cierre del ejercicio, no quedaba ninguna cantidad pendiente de abonar; es más, durante el año pasado se hizo una modificación de crédito para destinar a esta partida 58.301 euros a mayores. El tratamiento y la gestión de residuos sólidos urbanos que realizan empresas y entidades externas como Sogama supusieron dos desembolsos diferentes: 195.000 y 215.000 euros. Quedan por pagar, dentro de este concepto, poco más de 20.000.

En la cuenta general también figura el pago de los recibos de la luz y de carburantes en los centros de salud (recordemos que el de Silleda se transfirió al Sergas en abril de este mismo año). En 2016, el gobierno local estaba obligado a pagar 12.059 euros por el suministro eléctrico, de los que abonó 8.258, de modo que quedan pendientes 3.801. En cuanto a los carburantes, si el presupuesto dejó reservada una cuantía de 13.000 euros, las obligaciones reconocidas se quedan en 8.320, de modo que al final del año queda un remanente de 4.680 euros.