En un pleno que superó las 4 horas y media, gobierno y oposición no solo volvieron a comparar sus respectivas gestiones, la herencia de uno y la actitud de otro. Las réplicas y contrarréplicas que invaden las redes sociales y los medios de comunicación volvieron ayer al salón de plenos, esta vez con los presupuestos de por medio. La moción del PP que anima a empezar ya con el documento económico del año que viene dio pie a volver a discutir sobre quién tiene la culpa de que los presupuestos de este año entren en vigor el 3 de agosto. El popular José Antonio Varela llegó a proponer que se repartiesen las culpas, de modo que dos meses de retraso correspondiesen al PP y los cinco restantes al cuatripartito.

Ya en un plano menos festivo, Varela propuso a Crespo que mediase para que el gobierno estatal apure la aprobación de los suyos, ya que determinan en buena parte los ingresos que tendrá Lalín. Pese a los desencuentros que hubo para negociar los presupuestos de este año, el alcalde tendió la mano al PP para negociar, desde el 1 de septiembre, un documento del que, por otra parte, ya está encargado el esqueleto. La intención es no prorrogar el documento actual, aunque habría posibilidades.