La utilización de la AP-53 está en su techo histórico pues nunca se había logrado, hasta el año que acabamos de despedir, un promedio diario de 6.042 vehículos. En comparación con el ejercicio anterior este dato supone un alza del 4,59%. Pero si observamos la evolución del tráfico en las demás autopistas de Fomento hay que destacar que la vía Santiago-Alto de Santo Domingo solo crece más que siete de las 28 vías de pago que el ministerio tiene en España. Es decir, que dentro de un escenario generalizado de aumento del tráfico por las vías de pago, la AP-53 tiene por delante una veintena de autopistas en la geografía española que ganan más desplazamientos. Solo están por debajo Montmeló-La Junquera, que sube un 4,77; Montmeló-El Papiol (4,73), la gallega AP-9 (3,90), Burgos-Armiñón (4,53), Ávila-Villacastín (3,47) y Ocaña-La Roda (3,40). Las que más crecen son: Madrid-Navalcarnero (16,46), Alto de las Pedrizas-Málaga (13,68) y Madrid-Toledo (11,74).

La autopista que comunica la capital de Galicia con Deza había sido, en 2013, la que más tráfico ganó de todas las de España, pero ya durante el pasado año se coló solo entre las doce que más crecieron. Mientras, los usuarios siguen aguardando por una reducción de tarifas que no acaba de llegar pese a que en los dos últimos años se produjo una congelación en los precios en algunos tramos, aunque en otros incluso se aplicó un alza a los mismos.