A pesar de que los concellos descarten que vayan a tener que hacer restricciones en el uso de agua, el 60% de los lugares de la comarca de Deza no se verían afectados, puesto que su suministro no depende de la traída municipal, sino que tienen un propio punto de abastecimiento de agua.

En Lalín, los núcleos con servicio de suministro de agua se acercan a la mitad de los 337 existentes. Atendiendo a un informe de la Diputación, en la capital dezana constan 6.802 viviendas conectadas a la traída pública y 1.370 con servicio autónomo. Por su parte, Silleda es el municipio peor dotado en este sentido, puesto que sólo 46 aldeas de las 248 pueden conectarse al suministro público. El número de hogares con conexión a esta red se acercaría a los tres millares. En Rodeiro el número de entidades de población con extensión de población con abastecimiento apenas rebasa el 36%. En concreto, sólo 53 tienen acceso de las 146 que hay en total. Los hogares con este servicio son casi 650, el doble de los que utilizan traídas particulares. En Vila de Cruces los núcleos con traída son el 51% o lo que es lo mismo, 72 de los 141. Las casas conectadas son 2.744. Agolada cuenta con 139 aldeas y la traída municipal llega hasta 64. Las viviendas con servicio autónomo son 1.177, casi el triple que las demás. En Dozón 26 de sus 55 lugares disponen de traída pública.