Un gol de Pito a la salida de un córner decidió ayer un partido en Estella entre Izarra y Pontevedra que ya parecía abocado al empate sin goles. El gol del delantero almeriense dejó los tres puntos en casa y da a su equipo prácticamente la salvación a seis jornadas del final, algo con lo que ni soñaban en tierras navarras a principios de temporada.
El encuentro, con ratos bajo la lluvia, fue intenso, con muchas tarjetas (hasta 11), pero poco atractivo para el espectador, aunque sí emocionante con ese final inesperado. Los dos equipos se presentaban ayer con bajas importantes en sus onces pero con objetivos claros: los de Amatriain sabían que una victoria les dejaba casi salvados, mientras que el Pontevedra, ante la oportunidad de acortar distancias con los equipos de play off y asegurar su participación en la próxima edición de la Copa de la Rey, algo complicado a pesar de su extraordinaria temporada.
De inicio fue el Izarra el que propuso algo más sobre el campo, con mucho empuje y una buena presión. Eso sí, la primera llegada con peligro fue para los de Luisito, con un posible penalti sobre Borjas (minuto 9). La réplica la tuvo Yoel Sola de cabeza tras un buen centro de Eguaras, pero remató muy flojo y desviado tres minutos después.
En lo sucesivo de la primera mitad, poco a poco el Pontevedra se fue creciendo y con Jacobo y Kevin multiplicándose, pudo adelantarse con algún lanzamiento lejano, pero no tuvo acierto. Con muy pocas ocasiones terminó una primera mitad que no pasará a la historia debido a su falta de brillantez y fluidez en el juego de unos y otros.
En la segunda mitad se vio a los de la ciudad del Lérez mejor plantados, intentando combinar y con buenas llegadas por las bandas. Pronto Luisito movió banquillo, quitando a un desapercibido Jandrín y metiendo a Anxo. El equipo mejoró con el espigado extremo en el campo y ganó en profundidad, pero le costó crear ocasiones.
Aún así, Jacobo, de los mejores de su equipo ayer pero escaso de gasolina y sustituido a falta de un cuarto de hora, estuvo muy cerca de inaugurar el marcador. Después fue el local Julen Goñi quien obligó a Edu a realizar una gran estirada abajo animando al público.
Lo mejor del encuentro llegó en los últimos veinte minutos de partido, en los que el Pontevedra adelantó las líneas unos metros y estuvo cerca de ponerse por delante. Anxo y Quejeiro, con sendos disparos, hicieron esforzarse a Óscar Gil, el joven portero izarrista que ayer tenía la difícil papeleta de suplir a Aitor Navarro. Y lo hizo, continuando la espectacular marca del Izarra de tres goles encajados en 16 encuentros en casa.
En el otro área los navarros también tuvieron un par de buenas salidas, aprovechando cualquier error en la medular del rival. Así llegó otro de los paradones de la tarde, protagonizado por Edu a lanzamiento de Suárez a poco menos de un cuarto de hora para el final.
Con el cero a cero en el electrónico y el tiempo casi cumplido, los de Amatriain forzaron un córner, el quinto de la tarde, tras una buena jugada de Bruno, de los mejores ayer.
Así llegó el único gol del partido, de cabeza, anotado por Pito Camacho. El remate terminó colándose por la escuadra tras un bote diabólico ante el que nada pudo hacer Edu. El tanto celebrado por todo lo alto en Estella, dejó helado al Pontevedra, que siguió intentándolo en el descuento pero sin la chispa necesaria para llevarse un punto que hubiera sido merecido.
Esta dolorosa derrota es la tercera salida consecutiva del Pontevedra sin conseguir los tres puntos, tras el empate en Astorga y la derrota en Logroño. Además impide que los de Pasarón recorten puntos con los de La Rioja, que ayer perdieron en las Gaunas ante el Valladolid B, ni con el Tudelano, que empató en Ferrol contra el líder. De esta forma el Logroñés es ahora el que marca la cuarta plaza de la tabla con nueve puntos de ventaja sobre los granates.
