Después de que se le escaparan fuera los remates en las dos primeras aproximaciones claras de la UD Ourense al área del Maside, Unai pudo resarcirse con un tanto que celebró con rabia. Ya en frío, el delantero asegura que no se siente presionado por el balance particular, solo por la contribución al triunfo del equipo: "Los goles vienen cuando quieren. No me obsesionan, porque me inculcaron de pequeño que lo importante es el equipo. Si no marco y ganamos 6-0, me voy igual de contento". Avisa no obstante que siente buen feeling con la temporada y que habrá goles porque físicamente se ve cada vez con mejor tono. "Ya estoy casi a mi nivel, me estoy encontrando como el Unai de antes, en el Areas y en el Verín", apunta. El delantero se muestra agradecido a Antonio Dacosta y al cuerpo técnico por la confianza que tuvieron en él "aún estando lesionado". La intentará devolver cuidándose y "entrenando a tope para los partidos".