La puesta en marcha del primer equipo ha dejado en un lógico segundo plano la planificación de un Luceros en el que Jose Figueroa se perfila como técnico una temporada más tras el excelente rendimiento de la escuadra canguesa la campaña anterior. Con Figueroa a los mandos el principal caballo de batalla será cómo se plantee el papel de los jugadores vinculados al primer equipo. De este modo, el mayor peso que pueden tener arriba hombres como Edu Salazar o los pivotes Pablo Castro o Dani Gómez podría hacer que alguno de ellos tenga ficha solo en Asobal. Pero tampoco es descartable que Casares y Pombo pudiesen repetir alternando filial y primer equipo, especialmente en los primeros meses, en los que deberán ir adquiriendo ritmo de competición tras superar sus lesiones.