La extraordinaria victoria conseguida por el Villalonga en San Lázaro ante el Compostela ha tenido un protagonista indiscutible en Iván Parada. El portero, lesionado por un problema muscular en el bíceps femoral, aguantó el encuentro totalmente cojo bajo palos siendo además parte fundamental en el triunfo que ha situado a su equipo en la octava posición de la tabla.
El cancerbero celeste apuntó que "se me quedaron los tacos clavados y ya noté el pinchazo. Me hicieron un vendaje de compresión para tratar de aguantar el máximo tiempo posible, pero apenas podía moverme y tenía que cargar todo el peso sobre la pierna derecha".
Del mismo modo, Parada apunta que "tuve suerte que los remates que me hicieron me cogieron bien colocado. Además mis compañeros hicieron un trabajo defensivo enorme para tener controlado al Compostela".
Su lesión le llevó a forzar la quinta tarjeta amarilla para aprovechar el tiempo de la lesión para correr la sanción y empezar un nuevo ciclo. A ello se le une el motivo de la hazaña realizada. Y es que el Villalonga no cuenta con portero suplente tampoco puesto que Adrián tiene una lesión en el tendón de un dedo tras cortarse en un accidente laboral esta semana. Por lo que su baja se alargará un mínimo de un mes.
Con el plazo de fichajes ya finalizado, el Villalonga se ve en la tesitura de tener que fichar un portero profesional en paro en las próximas horas o cederle la portería al portero juvenil del club o, en su defecto, utilizar incluso a un jugador de campo como portero ante un Bergantiños que llegará a San Pedro con mucha hambre para defender la cuarta plaza.
