La directiva del Club Voleibol Vigo, reunida ayer en el pabellón de Coia, ha decidido formalizar la inscripción del primer equipo en la Superliga. Los trámites les costarán 7.000 euros, que los dirigentes anticiparán de sus bolsillos particulares. De esta forma ganarán tiempo para proseguir su búsqueda de un patrocinador. Será el 15 de junio, fecha en la que se debe presentar el primer tramo del aval, cuando se produzca la decisión definitiva. O cuentan en esa fecha con un sponsor o el club asumirá su desaparición.

El presidente, Guillermo Touza, y sus cinco compañeros de junta trataron ayer un asunto muy claro en sus cuentas. El Vigo, con un presupuesto estimado de 300.000 euros, necesita un patrocinador que aporte entre 100.000 y 150.000. Ninguna de las gestiones está bien encaminada ni las administraciones públicas están colaborando excesivamente en las pesquisas. El dilema concreto se centraba en inscribir al equipo, ampliando la esperanza al coste de 7.000 euros, o certificar la defunción de la entidad tras 40 años de historia.

Había sentimientos y opiniones de todo tipo en esa media docena de angustiados directivos. Al final, se impusieron los optimistas. Cuentan los participantes en la reunión que en la decisión pesó la visita de varios niños de las categorías inferiores al pabellón. Siempre pasa alguno por las instalaciones, aunque no haya entrenamiento.

El Club Voleibol Vigo emitió posteriormente un comunicado en el que aclara: "Se ha tomado la decisión de enviar la documentación y abonar la parte correspondiente a la inscripción para la próxima temporada y de esta forma poder salir a competir en la máxima categoría".

El comunicado indica que la reunión de los directivos transcurrió "en un ambiente constructivo" y que la decisión que se tomó "está llena de incertidumbre así como del riesgo que supone que los propios directivos aporten su parte para hacer frente a esta inscripción".

"Posiblemente se tiró por la calle de en medio ya que las opiniones, en algunos momentos, eran dispares y pasaban por la desaparición total del club hasta por la decisión que al final se tomó", describen. "Pesaron las exposiciones sobre las categorías base, juveniles y el equipo de Primera División y sobre todo el trabajo, que ya se inició, de lo que puede ser el curso escolar próximo con más escuelas en distintos colegios".

La nota concluye con un llamamiento a "las instituciones, políticos y empresarios, para que colaboren en la medida de sus posibilidades a que el Club Vigo pueda conseguir, cuanto antes, un patrocinador". Porque de momento sólo se ha aplazado la desaparición: "En definitiva, la vida del club tiene unos días más de esperanza y se confía en las gestiones de algunos políticos que posiblemente puedan permitir el mantenimiento del voleibol en la ciudad de Vigo y en Galicia".