El vicepresidente del Vigo Stick, Enrique Urdiales, quiso explicar ayer "la situación que atraviesa" el club "tanto desde el punto de vista económico como deportivo". Anunció que al Vigo Stick le espera una etapa difícil, pero también expresó su confianza en que llegarán tiempos mejores. Es por eso que afirma que "vamos a seguir luchando". El equipo es ahora colista en la Primera División y aún no ha conseguido ganar ningún partido esta temporada.

La complicada situación económica que atraviesa la entidad –el patrocinio de Toshiba sólo le permite cubrir el 70 por ciento del presupuesto– ha obligado al club a replantearse su objetivo inicial de luchar por el ascenso. "Diseñamos esta temporada con un objetivo deportivo que estaba pensado y confeccionado para que nos devolviese a la OK Liga y se formó una plantilla tremendamente competitiva, aunque con un presupuesto ajustado y restrictivo al mismo tiempo, teniendo como principal sponsor a la marca Toshiba, y a otras marcas que en principio habían comprometido su concurso", indicó el vicepresidente. Pero la crisis económica azotó sin contemplaciones. "El club se ha visto en la obligación de plantear a la plantilla el recorte de sus contratos y la forma de pago. Algunos jugadores no pudieron aceptar este planteamiento y se llegó a la rescisión de su contrato. El primero en dejar el equipo fue Pere Antón. Hemos intentado buscar otro portero de garantías, pero las circunstancias han obligado a contar con los porteros de categorías inferiores", añade.

Después de la marcha de Pere Antón llegaron las de Marcelo Uribe y la de Nicolás Fernández. "De la plantilla que teníamos a principio de temporada están Tomba, Cristian, Micha y para de contar", dice Urdiales, que añade que "el caso de Cairo ya lo teníamos pactado desde hace algún tiempo porque viene arrastrando una lesión que le impedía jugar". Con la rescisión de estos contratos "los números empiezan a cuadrar en el presupuesto", aunque confiesa que el problema actual es "la falta de liquidez". Aún así, están pendientes del cobro "de un contrato de sponsorización con el Mundial que se disputó en Vigo y que está por liquidar y que se liquidará en el momento oportuno, y que es uno de esos activos que tenemos ahí".

Ahora "debemos ser realistas y asumir que es un año en el que vamos a sufrir, pero que vendrán tiempos mejores". Habrá que recomponer el 80 por ciento de la plantilla, pero confía en que la segunda vuelta la realidad deportiva será diferente: "Tendremos que tirar de la cantera, tardaremos un mes o mes y medio en rehacer el equipo y afrontar la segunda vuelta con las garantías suficientes para no descender". "Lo único que podemos garantizar es que vamos a seguir jugando, vamos a cumplir nuestros compromisos, vamos a adaptarnos las circunstancias económicas de la plantilla, vamos a negociar nuestros pagos para adaptarlos a los pagos del sponsor", enumera un Urdiales dolido con la actitud de alguno de los jugadores. "Me duele que haya jugadores que han venido hace mes y medio y nos tengan que dar lecciones a todos de cómo llevar un club. Esto es un barco que hace aguas y si metemos la manguera dentro, nos hundimos", añade. "Nosotros tenemos un compromiso con el patrocinador de mantener este barco a flote porque estamos convencidos de que vendrán tiempos mejores", reitera.

También quiso aclarar que la llegada de Míchel Salgado, "en un momento complicado", ha sido fundamental para mantener el club a flote. "A veces se confunde la figura de Míchel como la de un Rey Midas, y su presencia ha sido fundamental para firmar contratos de patrocino para seguir jugando". Por desgracia, los patrocinios que ha traído el futbolista han sido "insuficientes para sanear las deudas del club, que son anteriores a su gestión". "El otro día los aficionados cantaban "¡Míchel, págales!", pero el que tiene que pagar es el club. El que piense que éste es el club de Míchel está muy equivocado. Lo único que ha hecho Míchel es ayudarnos; forma parte de este proyecto pero como uno más de los que estamos en esta mesa".