Lourenzo agradece la sentencia que impone dos años de cárcel a Alfredo González por clavarle una rasqueta en la cabeza, aunque considera que "se queda corta" porque está convencido que su agresor "tiña intención de asasinarme". El fallo judicial mantiene la orden de alejamiento de cien metros que la juez había decretado para su agresor pocos días después de lo sucedido, una medida cautelar que se incumple desde que este se incorporó a la nómina de trabajadores de la Cofradía. "Quíxome matar e agora teño que controlar o seu barco e velo diante todos os días", afirma. El coordinador de los guardapescas denuncia la "indefensión" que le provoca la situación. "É certo que non me faltou ao respecto nos últimos tempos pero está infrinxindo unha orde xudicial e así non se pode traballar tranquilo", indica. Por eso ha denunciado en varias ocasiones la vulneración del alejamiento decretado ante la Guardia Civil y asegura que lo volverá a hacer.