La Cofradía de Baiona se enfrenta a un expediente sancionador de la Consellería do Mar por el supuesto intento de venta ilegal de los 30 kilos de percebe sin etiquetar incautados el pasado 6 de septiembre en la lonja por parte de la Guardia Civil tras las denuncias de un grupo de percebeiros críticos. La Xunta le ha impuesto una sanción de 301 euros.

El proceso administrativo está abierto y la patrona mayor, Susana González, ha presentado una alegación en la que explica que el percebe decomisado se encontraba guardado en la cámara a la espera de etiquetarlo, dado que aquel día se había acumulado el trabajo y parte del personal de la lonja estaba de vacaciones. El marisco, indica en el escrito, estaba reservado por la empresa Mardesilleiro S.L. para su distribución en la fiesta gastronómica de Panxón que se celebró unos días después. Un grupo de opositores a la presidenta del pósito se ha personado en el expediente como parte interesada.

El conflicto sigue vivo y el alcalde de Baiona, Ángel Rodal, trata de mediar para alcanzar una solución. El pasado viernes se reunió en Santiago con la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y con la directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro, Susana Rodríguez Carballo, para trasladarles las demandas de los percebeiros, a los que comentó ayer los resultados del "cordial" encuentro.