"Un Nigrán para todos" no solo adaptará espacios y situaciones. Trata de "cambiar mentalidades". Así lo explica su creadora, María Santos Comesaña, quien destaca la necesidad de "tomar conciencia de la diversidad funcional". Para ello, el proyecto prevé divulgar su mensaje en los institutos, para que los alumnos adquieran la habilidad de convivir con personas de cualquier condición con normalidad desde edades tempranas.

Cambiar los estereotipos adquiridos entre los adultos puede ser más complicado, pero no imposible. "Necesitamos la colaboración de todos: camareros, funcionarios, comerciantes, vecinos en general. Una simple carta de un restaurante puede ser indescifrable para muchos. Pero para 'traducirla' con dibujos, fotos o un lenguaje de fácil comprensión, es precisa la voluntad del propietario", explica.