"Arrancar y no paréis hasta salir de Galicia". Esa es la supuesta frase que desencadenó el conflicto, y que nadie pudo probar que fuese pronunciada por Olegario Giménez Salazar, considerado el "Rey de los Gitanos" de Galicia, para expulsar a los cuatro pastores evangelistas, calificados de "chivatos" por su hijo Sinaí Giménez. Ellos, habían ido a pedir al "Rey" que mediara para que los "zamoranos" que quisieran pudieran seguir vendiendo en el mercadillo de Tui, rompiendo un boicot acordado para presionar por una nueva feria en la frontera. Al parecer el grupo pidió libertad y desligarse de la cooperativa de venta al no estar de acuerdo con las condiciones de funcionamiento. Tras el supuesto destierro el temor se apoderó de los más allegados que dejaron de enviar los niños al colegio y decenas de familias terminaron marchándose también, hechos, estos últimos, públicos y comprobados.