La avispa asiática o vespa velutina se expande a orillas del Miño. Resulta inofensiva para las personas, pero los apicultores están en alerta y a la expectativa sobre su evolución, pues este insecto himenóptero que puede tener tres centímetros de largo, se alimenta, en parte, de abejas comunes. Las descabeza, les arranca las patas y con ellas alimenta a sus larvas. La Xunta de Galicia ha puesto en marcha un plan de actuación complejo y pide la colaboración de apicultores y de la ciudadanía, en general, para detectar colmenas que, habitualmente, están situadas en las copas de los árboles.

José María Seijo, vocal de la Asociación de Apicultores de Pontevedra y vicepresidente de Mel de Galicia, informó sobre ello y añade que hace unos quince días fue destruida una colmena enorme (más de un metro de alto) en una freguesía de Valença do Minho. Además confirma que aparecieron también en A Ramallosa y Arbo. "Un foco grande de 160 nidos fue destruido en las localidades portuguesas de Caminha, Vila Nova de Cerveira y Valença do Minho", municipios ribereños del Miño, lo que confirma la preferencia de estos insectos en situarse cerca de los ríos, pues necesitan agua para fabricar la celulosa con la que recubren sus nidos, explica. Además, en la ribera pueden hallar otros insectos para alimentarse.

Puede observarse su presencia y la de otra avispa en colmenas, en los meses de agosto, septiembre y octubre. En su caso, como apicultor, no ha detectado ataques a colmenas y desconoce si esto ha podido ocurrir en otro lugar. En todo caso, los apicultores deben permanecer a la expectativa por lo que pudiera pasar, aconseja.

La Vespa velutina tiene una enorme resistencia. Relata el experimentó hecho en Portugal con varios ejemplares vivos que encerraron en un frasco durante mes y medio, sin alimento, y sobrevivieron. Por eso deduce que "se alimentan de algo más que de las abejas", lo que apunta a otros invertebrados como menú.

Agustín Ferreira Lorenzo, presidente de la Asociación Naturalista Anabam, conoce desde hace tiempo este proceso de expansión. "Un avispero tiene unas 2.000 avispas. Es de forma esférica. En Caminha se localizaron a dos", cuenta. Son muchas las personas que confunden la avispa asiática con la avispa cravo, que tiene otros hábitos y es inofensiva para las colmenas. "No debe alarmares la gente, sólo quienes tienen colmenas", comenta Ferreira.

Sólo el frío intenso del invierno acaba con estas avispas y sólo sobrevive la reina. Cada año construyen una nueva colmena y con la caída de la hoja, pueden verse las existentes, en la parte más alta de los árboles, incluso en eucaliptos y pinos.