El gobierno local de Redondela gestiona ante el Ministerio de Fomento la construcción de aceras en la N-550 entre el colegio Outeiro das Penas y el núcleo urbano de Cesantes, un tramo de medio kilómetro que recorren a diario numerosos alumnos para acceder al centro escolar poniendo en riesgo sus vidas por el elevado tráfico que soporta la carretera.

La mejora de este tramo en el entorno escolar es una demanda de la asociación de vecinos de la parroquia y de la comunidad educativa del centro desde hace años con el objetivo de garantizar la seguridad de los estudiantes que a diario se desplazan caminando desde esta parroquia hasta sus casas.

El alcalde redondelano, Javier Bas, asegura que todavía no disponen de una respuesta por parte del departamento estatal a sus demandas, aunque admite que este tipo de gestiones son lentas. "Somos conscientes de que este año será complicado conseguir esta actuación porque la situación económica no es la más favorable y en Fomento están centrados en otras obras de gran envergadura como el AVE, pero insistiremos porque creemos que los argumentos son sólidos", explica Bas, en referencia al riesgo de los escolares que se ven obligados a transitar por el arcén.

La Diputación provincial realizó el pasado mes de febrero un tramo de acera de unos cien metros en el entorno del colegio en la carretera de O Viso, también muy transitada puesto que muchos conductores la utilizan para acceder a Arcade y Soutomaior.