La intención de los comuneros de la parroquia de Amoedo (Pazos de Borbén) de capturar a los caballos salvajes que causan daños en las fincas para su posterior sacrificio ha sido suficiente para espantar a los equinos. Los vecinos han recorrido en varias ocasiones los montes de la zona, pero no hay ni rastro de los animales.

El presidente de la Comunidad de Montes de Amoedo, Manuel Fernández, cree que los dueños de los caballos los trasladaron a otro lugar cuando se enteraron del malestar de los vecinos, pero no descarta que vuelvan. "Desde que anunciamos que recorreríamos los montes para capturarlos no se volvió a ver ningún caballo por la zona. Nadie vio a gente extraña ni camiones de ganado, pero alguien tuvo que llevárselos", apunta.

Los comuneros habían denunciado a principios de mes los continuos daños que causaban en las propiedades particulares los equinos que pastan libres por los montes. En concreto, se trataba de una manada de unos treinta ejemplares que bajaban durante la noche a los terrenos cultivados en busca de alimento, y también causaban situaciones de peligro en las carreteras de la zona. Los caballos carecen de chip o elementos de identificación, por lo que no se puede reclamar a sus propietarios para que se hagan cargo de los desperfectos.

"Ahora estamos mejor aunque no sabemos cuánto durará esta situación, porque el caballo es un animal que suele volver al lugar donde está acostumbrado a conseguir el alimento. Así que, aunque los hayan trasladado a otros montes en otro municipio, no sería extraño que en unos días vuelvan a aparecer", señala.

Los afectados aseguran que se mantendrán atentos por si la manada decide regresar. En ese caso, los vecinos saldrían al monte para capturarlos, para encerrarlos posteriormente en una nave donde permanecerán un tiempo a la espera de que sus propietarios los reclamen. En caso de que los dueños no aparezcan los caballos serán sacrificados.