A las nueve y media de la mañana, como estaba anunciado, Juan Carlos Unzué compareció puntualmente en la sala de prensa de Balaídos para escenificar su despedida del Celta. "Me hubiera gustado seguir, pero es lo que hay", resumió el preparador navarro, que se despidió del club rodeado de sus colaboradores en un acto conjunto con el presidente Carlos Mouriño.

"Le estaré eternamente agradecido al Celta por haberme dado la oportunidad de entrenar en Primera, pero viendo la decisión final, uno se va con la sensación de que quizás no ha llegado a las expectativas que se tenían. Intentamos adaptarnos al grupo y los resultados están ahí. El tiempo dirá si son mejores o peores de lo que hoy pensamos", apuntó Unzué. "Me voy con la sensación de que quizás no he cumplido con las expectativas, pero he trabajado duro y me voy con la conciencia tranquila", agregó el ya extécnico céltico.

Juan Carlos Unzué desconoce si ha defraudado a la afición ["habría que preguntárselo a ellos"], pero no siente haber fracasado. "Defraudar es una palabra agresiva que no entra en mi lenguaje ni en mi pensamiento. No he engañado a nadie. He tratado de transmitir una idea de juego adaptándome a los jugadores que había y he intentado sacar los mejores resultados", destacó. El técnico relató que no se enteró de la decisión de prescindir de sus servicios por la prensa, como se ha dicho, sino que el club se lo comunicó a finales de abril pasado en una reunión con Antonio Chaves y Felipe Miñambres. "Fue una desilusión porque el segundo año siempre suele ser más sencillo y estaba convencido de que podíamos hacer algo interesante", admitió.

El presidente Carlos Mouriño, mientras, atribuyó la decisión de prescindir del técnico a "un conjunto" de circunstancias en las que, más que los resultados, ha pesado una cuestión de modelo de juego. El dirigente alabó la capacidad de trabajo y sacrificio de Unzué y su grupo de colaboradores y señaló que la decisión de que no continué al frente del banquillo ha resultado "penosa". "Es un acto complicado y emotivo porque Unzué es una gran persona y un gran entrenador con un gran equipo de trabajo. Es difícil que se vaya gente con esa capacidad de compromiso. Aquí deja grandes amigos", subrayó Mouriño.