Iago Aspas y Jefferson Lerma volverán a coincidir en un terreno de juego el sábado tras los incidentes del partido de la primera vuelta entre el Levante y el Celta, en el que el futbolista colombiano acusó al céltico de proferir insultos racistas. Según Lerma, Aspas le llamó "negro de mierda", revelando que en ese momento "perdió la cabeza" y que sólo se centró durante el resto del partido "en joderlo y hacerle daño".

"Hubo una jugada anterior que le corto y cuando arranco a correr le doy en la cabeza y me reclama, le pregunto qué pasaba y es cuando me dice negro de mierda. Ahí perdí la cabeza y ya quería buscarlo, quería joderlo. Es algo que tocó y es un gesto muy feo", dijo Lerma en la emisora colombiana Blu Radio.

Aspas, además de negar el insulto al zaguero del Levante y defender que "lo que pasa en el campo se queda en el campo", añadía: "Por ello no voy a reproducir lo que él me dijo a mí".

El árbitro, Álvarez Izquierdo, manifestó no haber sabido del asunto en el campo hasta que el presidente del Levante se lo comentó en el vestuario.

El asusto quedó archivado. El Comité de Competición, desde que en 2013 Francisco Rubio sustituyó a Alfredo Flórez como presidente, ha asumido como doctrina no entrar de oficio en cuestiones de esta índole. Solo abriría expediente si el Levante o Lerma tomasen la iniciativa y presentasen un requerimiento, cosa que no hicieron. Cuatro meses después de este incidente, Aspas y Lerma coincidirán el sábado en Balaídos.