El Celta ha comenzado a sondear el mercado en busca de un recambio para Juan Carlos Unzué, quien a final de temporada rescindirá su vínculo con el club al no verse visto cumplidas las expectativas generadas con su contratación el pasado verano. Felipe Miñambres, el director deportivo de la entidad celeste, se ha puesto manos a la obra para encontrar a un técnico que debe ajustarse a un perfil definido, no muy diferente a lo que el club ha buscado en los últimos años con las contrataciones de Luis Enrique Martínez, Eduardo Berizzo o el propio Juan Carlos Unzué, aunque con un talante más temperamental que este último.

En lo estrictamente futbolístico, el Celta se propone incorporar a su banquillo a un entrenador que apueste por el juego ofensivo que ha distinguido al equipo en las etapas de Luis Enrique y sobre todo Berizzo y que con Unzué tan solo ha asomado de forma intermitente. Se quiere un técnico osado, que apueste por el talento, pero también de fuerte personalidad -algo que el club ha echado de menos en Unzué- y con capacidad de estimular el gen competitivo de los jugadores.

Otra condición importante es que el sustituto de Unzué tenga receptividad hacia el talento de los futbolistas de la casa en la línea de apuesta de cantera que el club ha venido defendiendo en los últimos años como una innegociable seña de identidad.

No menos relevante es que el nuevo entrenador celeste tenga un perfil emergente, esto es, un técnico con estilo propio y cierta experiencia -se prefiere que conozca bien LaLiga- en los banquillos. Se valora especialmente que el técnico afronte el nuevo proyecto con ambición competitiva y posibilidad de progresar en su carrera con el equipo celeste, un entrenador, en suma, en trayectoria ascendente y con ganas de convertir su paso por el equipo celeste en un punto de inflexión para el despegue de su carrera.

El club oculta con absoluto sigilo sus movimientos, entre otras cosas porque Juan Carlos Unzué cuenta con contrato en vigor y no se va a desvincular del equipo hasta que concluya la temporada.

Por lo que respecta a nombres, nada más que rumores han trascendido. Ninguno de ellos confirmado. Al Celta se le ha vuelto a relacionar, por ejemplo, con Óscar García Junyent, un entrenador de marcado tono blaugrana tan del gusto del presidente Carlos Mouriño. García Junyent está libre de ataduras después de presentar su dimisión con el Olympiacos, al que llegó en enero pasado tras dirigir, con apreciable éxito al Saint Etienne francés y, sobre todo, al Red Bull Salzburg austriaco, con el que logró dos ligas y dos copas.

También se ha relacionado recientemente con el Celta al veterano técnico argentino Ricardo Gareca, artífice de la clasificación de la selección de Perú para el próximo Mundial de Rusia. A este logro se suma una prolífica carrera en el fútbol argentino, especialmente con Vélez Sardfield. En Brasil dirigió al Palmeiras. Gareca va a disputar el Mundial con la selección de Perú y ello supone un problema.

Entre los jóvenes valores del fútbol argentino está Sebasitán Méndez, el Gallego, un emergente entrenador de corte bielsista con una incipiente carrera en su país. Méndez sería una apuesta similar a la de Berizzo, pues conoce perfectamente el club y LaLiga y una de sus aspiraciones profesionales es precisamente la de entrenar al Celta.

En el club gusta, aunque tiene contrato en vigor hasta junio del próximo año, el soriano Pablo Machín, uno de los técnicos de moda del fútbol español, al que avala la gran campaña que está firmando con el Girona. De momento no constan contactos con el técnico castellano.