El Celta afronta el próximo sábado en San Mamés la primera de las nueve finales que le restan en su empeño de acceder la próxima temporada a la UEFA Europa League ((UEL) a través de la séptima plaza, una opción que solo estará disponible si el Sevilla se clasifica entre los seis primeros. El conjunto hispalense es actualmente sexto con una exigua ventaja de dos puntos sobre el Girona y afronta la recta final el campeonato con la dificultad añadida de tener que repartir su esfuerzo entre la LaLiga, la histórica semifinal de la Liga de Campeones que en un par de semanas le enfrentará al Bayern de Münich y la final de la Copa de Rey ante el Barcelona el próximo 21 de abril.

El coste de las séptima plaza en las últimas cinco temporadas ha estado entre los 52 y los 63 puntos, con lo que, incluso si finalmente garantiza el acceso a Europa, el conjunto de Unzué tendrá que mejorar notablemente su rendimiento en los dos últimos meses de competición para cumplir por el objetivo de regresar el próximo curso al continente. La sexta plaza, que garantiza directamente el pasaporte europeo, ha requerido en el último lustro, un mínimo de 59 puntos y un máximo de 64.

Con estas premisas, el conjunto que dirige Juan Carlos Unzué va a necesitar no menos de 16 puntos - seguramente más por el número de equipos implicados esta temporada en la batalla- para ser séptimo y no menos de 20 para optar a la sexta plaza. Esto significa que el cuadro celeste va a tener que mejorar considerablemente los resultados obtenidos hasta la fecha para mantenerse en pie en esta pelea.

La necesidad de sumar cuatro o cinco victorias, quizá más, en función del rendimiento de rivales, se complica por el elevado número de aspirantes europeos - Girona, Betis Getafe y Eibar, sin descartar que puedan meterse aún el Leganés y el Athletic- y el difícil calendario que tienen por delante los celestes.

Aunque suele crecerse frente a los grandes, el Celta tendrá que afrontar cinco de los nueve compromisos que restan ante los seis primeros del campeonato. Los celestes reciben en Balaídos al Sevilla, el Barcelona y el Valencia y vistan al Villarreal en el estadio de la Cerámica y al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

A estos cinco pesos pesados hay que añadir otros dos enfrentamientos frente a dos adversarios que se están jugando la vida, el Deportivo, que visita Balaídos en la antepenúltima jornada (y dará batalla en O Noso Derbi incluso si llega descendido) y el Levante, que cierra en Vigo la actual temporada, además de medirse a domicilio al Athletic y al Leganés, sus más directors perseguidores en la tabla.

En los últimos nueve partidos de la primera vuelta, los celestes firmaron 14 puntos frente a los nueve rivales que le esperan hasta final del curso. Ganaron al Athletic, el Leganés, el Deportivo y el Levante, empataron con el Barcelona y el Real Madrid y fueron derrotados por el Sevilla, el Valencia y el Villarreal.

Si la referencia es la primera vuelta, la mejoría del equipo de Unzué en los nueve primeros partidos de la segunda ha sido insustancial. Los celestes hicieron 11 puntos -victorias ante Alavés, Eibar y Las Palmas, empates antes Getafe y Girona y derrotas contra Real Sociedad, Betis, Espanyol Atlético de Madrid y Málaga-, en el primer tramo del campeoanto por 13 en la segundo: triunfos ante Real Sociedad, Betis, Eibar y Las Palmas, empate ante el Espanyol y derrotas frente a Alavés, Girona, Atlético y Málaga.