Numerosos medios de comunicación andaluces anunciaban ayer que la llegada de Nolito al Sevilla está prácticamente arreglada. La operación se sustanciaría en forma de traspaso, con un valor que rondaría los diez millones de euros. El regreso del gaditano al Celta quedaría de esta forma definitivamente abortado.

El fichaje de Nolito por parte del Sevilla ha estado irremediablemente ligado a la situación de Vitolo. Cuando el presidente sevillista, José Castro, anunció que Vitolo había renovado, parecía cerrarse la puerta a Nolito. Vitolo puede jugar por ambas bandas pero Berizzo pensaba en él para la izquierda contando con que también es probable que vuelva Navas. Como al final Vitolo ha pagado la cláusula de rescisión para irse al Las Palmas hasta diciembre, y después al Atlético, el Sevilla ha acelerado las gestiones con el Manchester City por Nolito. El City siempre exigió una cláusula de compra obligatoria en caso de cesión, que era lo que al principio solicitaba el Sevilla. Se habla ahora de un traspaso puro y duro.

El Celta, tanto por boca de su presidente, Carlos Mouriño, como por la de su director deportivo, Felipe Miñambres, aseguraba estar interesado en Nolito. Pero sin entrar en una batalla financiera con el Sevilla que tenía perdida de antemano. La única baja que podía jugar el Celta era la sentimental y solo si la salida de Nolito se enquistaba y el City se veía obligado a buscarle una salida al final del mercado. La prueba de que los celestes nunca creyeron en exceso en esta alternativa está en las ofertas que hicieron por el mexicano Hirving Lozano, que se ha ido al PSV, y por el sueco Sam Larsson, que está entre las tres opciones preferidas del club.