El Celta alevín protagonizó un gesto de deportividad en el Torneo Internacional O Coelho Verde que se disputó en Portugal. El equipo dirigido por Gonzalo Fernández disputaba el segundo partido de la competición ante el Oporto. El marcador reflejaba un empate a cero goles. Los vigueses marcaron el primer tanto en una jugada extraña. El portero y un defensa rival quedaron tendidos en el suelo después de chocar ambos. Los célticos se aprovecharon de esta circunstancia para lograr inaugurar el marcador. Sin embargo, el entrenador céltico ordenó a sus futbolistas que no disputaran la pelota cuando se sacó de centro. Los jugadores del Oporto avanzaron hasta la portería céltica y empataron el partido sin oposición ninguna. El marcador reflejó entonces un nuevo empate, en este caso a un gol, y el encuentro volvía a comenzar.

El Celta venció ese encuentro por 5-2 y logró llegar a la final. Perdió por 0-3 ante el Sporting de Portugal.