El Celta B volvió a reencontrarse con la victoria después de dos inoportunas jornadas sin ganar, y mantendrá hasta la última jornada la esperanza de que un pinchazo de la Cultural Leonesa le permita acceder a una primera plaza que hace no demasiado festejaba. Ante un rival que buscaba un triunfo para olvidarse de problemas en la última jornada, los vigueses dominaron por completo en una primera parte en la que pudieron golear. Pero el conjunto de Alejandro Méndez sigue sin estar fino en esta recta final de campaña ante la portería rival y vio cómo un Caudal mucho más metido en el encuentro lograba el empate nada más volver al campo después del intermedio. Eso sí, el filial céltico mostró carácter para rehacerse después del golpe recibido y, gracias a un tanto de Juan Mera, acabar consiguiendo una importante victoria que mantendrá la incógnita sobre la primera plaza hasta la última jornada.

El primero en intentarlo, cómo no, fue el máximo goleador de la categoría y principal referencia ofensiva local, Borja Iglesias, quien probó fortuna con una lanzamiento lejano que Bussmann atrapó sin problemas. Era el minuto 5 de partido y sólo uno después fue Diego Alende el que, en una falta muy bien ejecutada por Gus Ledes, tuvo en su cabeza inaugurar el marcador. Pero su defectuoso cabezazo, en una posición inmejorable para marcar, se marchó desviado.

El propio Hicham tendría otra gran oportunidad en el minuto 25 al recibir un buen pase en profundidad aunque ligeramente escorado a la derecha. Su disparo se encontró con el cuerpo de un Bussmann que, con su acertada salida, dejó casi sin opciones al delantero céltico.

La primera noticia en ataque de un Caudal hasta entonces desaparecido llegó a la media hora de encuentro, en una falta lateral que acabó marchándose a saque de puerta por muy poco antes de que Óscar pudiese llegar a empujarla al fondo de la portería defendida por Néstor Díaz.

El Celta B recibió el susto de la mejor manera posible ya que un par de jugadas después, una recupercación de Hicham en mediocampo le permitió jugar una rápida pared con Juan Mera para encarar solo al meta visitante y acabar cediendo para que Brais Méndez sólo tuviese que empujar el balón al fondo de la red.

El gol supuso una auténtica liberación para un Celta B que parecía quitarse un gran peso de encima y que pudo incrementar su renta al intermedio en un espléndio pase en profundidad de Samu para Juan Mera que, otra vez muy bien tapado por Bussmann, no logró marcar.

En la siguiente acción el portero céltico volvió a lucirse para evitar el tanto en primera instancia en un remate de Javi que se envenó al rozar en Diego Alende. Sin embargo, nada pudo hacerr en el posterior centro de Iván para que Javi, ahora de cabeza, llevase la pelota al fondo de la portería viguesa.

El gol fue un jarro de agua fría para jugadores y aficionados locales, que veían renacer los fantasmas de los dos últimos partidos ante un rival crecido a la busca de un punto que pudiese certificar su permanencia en la categoría.

Tardó todavía un cuarto de hora más en recomponerse el Celta B, que volvía a dar noticias en ataque gracias a un disparo ligeramente alto de Juan Hernández poco después de haber entrado en el campo. La ocasión despertó a un equipo local que inquietaba de nuevo la meta defendida por Bussmann poco más tarde en una gran internada por la derecha de Kevin que por milímetros no llegó a rematar el propio Juan Hernández.

El filial céltico se parecía de nuevo a sí mismo y eso eran buenas noticias. Que se convirtieron todavía en mejores cuando Juan Mera recogió una pelota muerta dentro del área después de otro centro desde la derecha que Borja Iglesias llegó a tocar y el meta visitante despejó con muchos apuros. Porque su potente disparo sí que encontró el fondo de la portería de Bussmann (2-1, min.67).

Quedaban más de veinte minutos de partido pero el encuentro entró entonces en una fase de continuas interrupciones y parones y escaso juego.

Un Celta B clasificado para la fase de ascenso, y que estudia disputar los partidos de la fase en el Estadio de Balaídos. Técnico y jugadores así lo quieren, y el club lo está estudiando.